El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, presentó el martes la candidatura del régimen cubano para su reelección como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el período 2024-2026, en un discurso en el habló de «desigualdades, pobreza, hambre» que se multiplican fuera de Cuba y se quejó de las políticas de Washington contra La Habana.
Rodríguez Parrilla dijo que, como miembro fundador de ese organismo de la ONU, La Habana «defiende el diálogo respetuoso y constructivo y la cooperación internacional, y aboga por el pleno ejercicio y respeto a los principios de universalidad, indivisibilidad, objetividad y no selectividad en el tratamiento del tema» de los derechos humanos.
«En ese espíritu presentamos nuestra candidatura para la reelección», dijo el ministro en su intervención, publicada en el sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores y replicado por la prensa oficial.
Según Rodríguez Parrilla, «ningún país está exento de retos (en derechos humanos), y ninguno tiene autoridad para considerarse un paradigma en la materia, juzgar a los demás, y mucho menos, para politizar y utilizarlos para estigmatizar Estados soberanos y proyectos económico-sociales que no se ajusten a los designios de los amos de las finanzas, los mercados y las armas».
En su alocución, el ministro culpó al Gobierno de Estados Unidos y el embargo de todos los males que padecen actualmente los cubanos: «impactan en el deterioro del consumo y el nivel de vida de las familias, en la inflación, los precios, los salarios, la disponibilidad de alimentos y medicinas, y en el servicio eléctrico; y golpea los ingresos del país, las transacciones financieras, la industria, la construcción, los servicios, el comercio, la inversión, la salud y la educación».
También se quejó de la inclusión de La Habana en la lista de estados patrocinadores del terrorismo, que Washington ratificó el martes; de supuestas «operaciones de desestabilización y cambio de régimen», y de «calumnias» en torno a sus negocios médicos.
En palabras del ministro, continuarán «con paso firme e irreversible perfeccionando el Estado socialista de derecho y justicia social», y el «modelo socialista de desarrollo cultural, social y económico, con el apoyo ampliamente mayoritario y activo del pueblo de Cuba». Eso dijo, a pesar de que centenares de personas permanecen encarceladas por salir en masa a protestar a las calles en julio de 2021, precisamente para expresar su oposición y malestar al actual régimen imperante en la Isla.
Rodríguez Parrilla, que está en Ginebra para participar en los segmentos de alto nivel de la 52 sesión del Consejo de Derechos Humanos y de la Conferencia de Desarme, también aprovechó la jornada del martes para reunir apoyos en encuentros con funcionarios de diversos organismos de Naciones Unidas y delegaciones extranjeras, así como con aliados y connacionales, según publicó el diario oficial Granma.
El papel de Cuba en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el cual ha integrado en cuatro ocasiones, ha sido cuestionado por especialistas internacionales, como son los argentinos Brian Schapira y Roxana Perel, quienes señalaron en una investigación que la «complicidad y alineamiento» de La Habana «ha sido constante (…) con los más diversos regímenes autocráticos en todas las regiones del mundo».
En los 12 años que el Gobierno de Cuba formó parte de la organización se ha posicionado en más de 74 ocasiones contra la aprobación de resoluciones que defienden los derechos humanos.