Tras la ola de arrestos al personal de salud, la FMV hace dos recomendaciones a los médicos: dejar asentada la falla de un insumo o medicamento en la historia del paciente, y hacer inspecciones oculares, preferiblemente con la presencia de funcionarios de la Fiscalía, para determinar la dotación en los centros de salud. Otras organizaciones plantean medidas básicas de seguridad como vaciar los lockers, no llevar nada en bolsillos o koalas.
15 días estuvieron detenidos los médicos residentes Rafael Briceño y María Inés Elías por supuesto robo de insumos. Ambos cumplían prácticas en el Hospital Universitario de Maracaibo (HUM), estado Zulia, cuando fueron detenidos por funcionarios de la Guardia Nacional por la supuesta sustracción de equipo médico quirúrgico.
Sus detenciones estuvieron relacionadas a las inspecciones y la lucha «contra las mafias hospitalarias» que promueve Nicolás Maduro desde el 25 de mayo. Pero la historia que contaron los mismos pacientes era otra: Briceño y Elías fungieron como «guardianes» de los insumos para la operación de Claudia Salón, una mujer que lleva más de un año esperando por la extracción de un tumor en su vientre.
Al menos 50 médicos, 40 de ellos en las últimas semanas, han sido detenidos desde enero hasta la primera quincena de junio, ha dicho Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana (FMV). En Apure, Trujillo, Lara y Anzoátegui se concentran gran parte de los casos.
Solo en junio de 2022 se han materializado siete arrestos: seis médicos de distintas especialidades en Apure y Zulia, además de una enfermera detenida en Trujillo por «apropiación indebida de patrimonio público».
Ni la FMV, la Federación de Colegios Profesionales de Enfermería o la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud) tienen números precisos sobre la cantidad de detenidos por presunta sustracción de medicinas o materiales. Solo tienen aproximaciones.
El mayor número de apresados durante 2022 en un solo procedimiento se hizo en Guasdualito (municipio Páez de Apure) a principios de junio, por la supuesta venta de equipos quirúrgicos que pertenecían al hospital José Antonio Páez.
De seis médicos con órdenes de captura, se detuvo e imputó a cuatro: Ivis Dubarly Páez, Ana Yumar Rodríguez, María Yaritza Vequiz y Cándido Alfredo Martínez. Se les vinculó a los presuntos delitos de corrupción propia, peculado doloso y asociación para delinquir.
Estos delitos son los más utilizados por Fiscalía al momento de realizar imputaciones contra personal de salud por supuesto robo de insumos, medicinas o venta inescrupulosa de equipos.
También se agregan otros como expedición de documento público falso y agavillamiento, como en el caso de Rosina Errante Rangel, una residente de cirugía plástica en Monagas acusada en febrero por robo de insumos y medicinas junto a Luciano León Febres, jefe de almacén del Hospital Dr. Manuel Núñez Tovar (Maturín).
Tras la ola de arrestos, la FMV hace dos recomendaciones a los médicos: dejar asentada la falla de un insumo o medicamento en la historia del paciente, y hacer inspecciones oculares, preferiblemente con la presencia de funcionarios de la Fiscalía, para determinar la dotación en los centros de salud.
Órdenes en el IVSS
En una circular, con fecha del 6 de junio de 2022, y firmada por la directora general de Salud del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), la doctora Milagros Montilla ordena a todos los directores de centros ambulatorios no solicitar ningún insumo, material médico quirúrgico o medicamento a las personas que acuden a sus servicios.
Pero en caso tal de que ese centro de salud no disponga de insumos, previa comprobación en almacenes, se debe seguir un proceso engorroso que retrasa la atención del paciente.
Juan Carlos Velazco, presidente encargado del Colegio de Médicos del estado Zulia, comenta que esta prohibición de solicitar medicamentos o insumos a los pacientes es una medida «para tratar de hacer ver que hay dotación en los hospitales».
«Como paciente, lo que se aspira es a que el especialista ponga todos sus esfuerzos y conocimientos en sanarte. Ahora, imagina un médico que está atendiendo un paciente que se está muriendo y debe llenar un récipe para entregarle a familiares y que vayan a comprar la medicina para salvarle la vida. Esa es la realidad, es lo que vivimos en el Zulia», explica.
Pero esto crea una serie de situaciones que atentan incluso contra la integridad física del personal de salud, explica Velazco. «Se presentan situaciones de tipo conflictivas, porque llegan familiares o pacientes a las emergencias exigiendo ser atendidos porque hay de todo, cuando la realidad es otra».
Reitera que la función médica no es administrativa, sino de atención al paciente. «Nosotros no tenemos porqué estar pendientes de si hay el insumo, el Estado nos tiene que proveer de las herramientas para trabajar».
Médicos y enfermeras: No lleves nada en tu koala
La criminalización contra el personal de salud, especialmente de médicos y enfermeras, prendió las alarmas en las federaciones y organizaciones. Además de las recomendaciones de la FMV, otras instancias también plantean medidas básicas de seguridad como vaciar los lockers, no llevar nada en bolsillos o koalas.
Pablo Zambrano, secretario ejecutivo de Fetrasalud, menciona que a sus agremiados se les recomienda no solicitar medicinas o insumos a los familiares o pacientes. «Si hay fallas, que las planteen en la Dirección del hospital. Ellos son los que deben resolver el problema».
La agresión en contra del personal, detenciones y acoso contra enfermeras y médicos la vemos continuamente, recuerda Zambrano. El sindicalista comentó que en el hospital Materno Infantil de Caricuao (oeste de Caracas) se crearon guardias administrativas, extendidas a otros centros, «que agreden laboralmente a los empleados».
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