El experto petrolero Rafael Quiroz conversó con el medio de comunicación “El Diario”, sobre las implicaciones de la confiscación del combustible iraní que compró el régimen de Nicolás Maduro
Importar combustible de países afines al régimen ha sido la respuesta de Nicolás Maduro a la escasez de gasolina que se vive en el país y que se profundizó desde inicios del 2020.
Rusia, Turquía, India e Irán son algunas de las naciones a las que recurrió el régimen para poder eludir las sanciones impuestas por la administración de Donald Trump a la industria petrolera venezolana y, en específico, a Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Esto se ha traducido en compras continuas que, hasta el momento, se habían realizado sin ningún inconveniente. Desde el gobierno estadounidense aseguraban que estudiaban mecanismos para frenar el arribo de estos cargamentos.
La posibilidad de realizar estas compras sin problema alguno llegó a su fin luego de que cuatro buques con bandera griega que transportaban gasolina iraní y tenían como destino Venezuela fuesen confiscados por Estados Unidos y redirigidos a Houston para ser descargados.
Buques. Se estima que el cargamento que transportaban los cuatro buques era de 1.116.000 barriles de combustible.
Este decomiso, a juicio del economista y experto petrolero Rafael Quiroz, supone un hecho preocupante porque refleja que ningún país está en capacidad de fungir como una autoridad del comercio marítimo petrolero.
Señala que la gasolina decomisada debería ser devuelta a Venezuela, el país que considera como propietario legítimo de dicho cargamento.
“La mercancía es venezolana; la gasolina que llevaban esos buques había sido comercializada y cancelada de forma anticipada por Venezuela”, argumenta para El Diario.
Sin precedentes
Comenta que un suceso de esta naturaleza no tiene precedentes en la historia reciente ni siquiera en momentos en los que se produjeron conflictos bélicos.
Trump ordenó la captura de los buques cargados de combustible
Pone como ejemplos la Guerra de los Seis Días, la Guerra del Yom Kippur y la Revolución Iraní. En ninguno de esos conflictos ocurrió un hecho similar a lo que aconteció con los buques, Luna, Panding, Bering y Bella.
Apunta que esta es la mayor demostración de lo osada que fue la actuación de Estados Unidos con respecto al cargamento de combustible.
“Yo he leído unos cuantos libros de historia del petróleo –empezando por Las siete hermanas: las grandes compañías petroleras y el mundo que han creado de Anthony Sampson y pasando por La historia del petróleo de Daniel Yergin– y ninguno relata esas intersecciones de naves marítimas cargadas de combustible o petróleo. Ni siquiera durante la primera crisis mundial del petróleo, que fue en el Canal de Suez”, apunta el experto.
Estima que debido a lo inusual de lo ocurrido es poco probable que se produzca un suceso de características similares en el corto o mediano plazo. Dice que de producirse esto podría acarrear severos reclamos desde el punto de vista diplomático.
Quiroz asegura que las tensiones diplomáticas que podrían conllevar realizar una acción similar son uno de los principales aspectos que dificultan que Estados Unidos vuelva a proceder de esta manera.
Considera que tanto el régimen de Maduro como Pdvsa se encuentran de manos atadas, pues es poco o nada lo que pueden hacer para evitar que cualquier envío de combustible pueda ser decomisado.
“Salvo alguna nota diplomática fuerte, dirigida directamente a la Secretaría de Estado norteamericano, es muy difícil instrumentar alguna política o medida que pudiera evitar que esto vuelva a suceder”, señala.
Próximos cargamentos
El experto petrolero indica que lo sucedido con los cuatro buques no implicará la suspensión de la importación de gasolina. El motivo de ello es que actualmente Venezuela requiere el combustible por no ser capaz de producir la totalidad de lo que requiere el mercado nacional.
Socios. El último país que estuvo dispuesto a vender gasolina a Venezuela fue Irán, en el mes de mayo.
Apunta que con la reactivación de la refinería de Cardón, que forma parte del Complejo Refinador de Paraguaná, se están produciendo unos 60.000 barriles diarios. Afirma que por esta razón ya se realizaron una serie de pedidos que se espera que arriben al país.
Precisa que está previsto que la compra de parte de dicho combustible sea realizada por un “empresario venezolano”, del cual prefirió no especificar su nombre.
Irán vendió combustible a Venezuela
No obstante, señala que existe un inconveniente que complica la situación. El hecho de que el espacio de almacenamiento para dichos envíos es cuando menos escaso.
Esto es debido a que los inventarios de Pdvsa se encuentran repletos de petróleo, el cual no ha podido ser exportado debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Se ha creado un cuello de botella entre lo que se produce y lo que se compra para efectos de almacenaje y de inventarios y lo poco que se está exportando”, explica.
Debido a esto la estatal petrolera venezolana se ha visto obligada a utilizar algunos de sus buques como almacenes flotantes.
Citgo
Quiroz plantea que el problema de abastecimiento de gasolina que sufre el país podría remediarse fácilmente. Para ello, según explica, Venezuela podría hacer uso de las tres refinerías de la filial de Pdvsa en Estados Unidos, Citgo.
Asegura que con poco más de 300.000 barriles diarios de gasolina, es decir, menos de la mitad de la producción de Citgo, se podría solventar la escasez en el país.
Esta solución solo es viable si se produce un acuerdo político que involucre tanto al presidente interino de la República, Juan Guaidó; como a la administración de Donald Trump; y al régimen de Nicolás Maduro.
“Si ellos lograran hablar, no solamente podrían salvar a Citgo de que vaya a ser confiscada, sino que aparte de eso pueden garantizar gasolina producida por nuestra propia filial”, considera.
En caso de que se concretara este escenario, Quiroz dice que Pdvsa podría utilizar parte de la flota de buques con la que cuenta para trasladar dichos cargamentos. De esta forma se reducirían los costos al no tener que recurrir a un tercero.
“Esos son barcos perfectamente válidos para esos traslados. En una vía tan corta como la de la costa norte del Golfo de México para traer a Venezuela esa gasolina”, añade.
Lograr un acuerdo de este tipo serviría para garantizar el acceso al combustible al país; con el consecuente beneficio para la población. Sin embargo, luce poco probable que la administración de Trump acepte “flexibilizar” las sanciones que pesan sobre la industria petrolera venezolana.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras noticias descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/eltequenopuntocom y dale click a +Unirme.