Desesperados, así están los vecinos de la comunidad José Manuel Álvarez de Carrizal, donde las rumbas callejeras les impiden descansar.
Narran que las fiestas, en las que consumen alcohol y colocan música con alto volumen, se extienden hasta por 72 horas continuas.
«Hemos hecho la denuncia ante la policía y nadie actúa, exigimos a las autoridades hagan cumplir las ordenanzas del municipio», dijo una de las familias afectadas.
Indican que es «fiesta tras fiesta» ya no sólo los fines de semana sino también durante todos los días. «Basta de abuso, exigimos a Policarrizal que actúe cuanto antes», indicó.