El gigante energético ruso Gazprom ha anunciado este martes que ha cortado por completo el flujo de gas a la empresa neerlandesa de gas GasTerra después de que esta se negara a pagar en rublos el suministro energético, tal y como exige Moscú.
Rusia ya había cortado anteriormente el suministro de gas a Polonia, Bulgaria y Finlandia, países que se habían negado a realizar los pagos de este suministro en la moneda rusa. El Kremlin exige que las compañías abran cuentas en rublos en un banco ruso. “Los pagos por el suministro de gas a partir del 1 de abril deben realizarse en rublos utilizando los nuevos datos bancarios, sobre los cuales se informó a las contrapartes de manera oportuna”, anunció Gazprom.
“El cese del suministro desde ahora hasta el 1 de octubre, cuando finalizaba el contrato, implica que unos 2.000 millones de metros cúbicos de gas no serán enviados. GasTerra anticipó esto al adquirir gas a otros proveedores”, ha subrayado la compañía neerlandesa en un comunicado donde también se ha exigido “en vano” que fuera respetada la forma de pago acordada en sus contratos.
Según la Oficina Central de Estadísticas de Países Bajos, en la última década el consumo de gas ha oscilado entre 38.000 y 44.000 millones de metros cúbicos al año.
Golpeado su sistema financiero por las sanciones tras su ofensiva sobre Ucrania, Rusia ha impulsado este mecanismo de pago. Bruselas considera que hasta ahora no supone un incumplimiento de las restricciones, pero muchos países piensan que les deja en una situación de inseguridad jurídica.