El Gobierno ruso afirmó que la ayuda militar y de inteligencia que la OTAN le está proporcionando a Ucrania está impidiendo que las tropas de Putin «concluyan rápidamente la operación militar especial».
“Estados Unidos, Reino Unido, la OTAN en su conjunto comparten permanentemente informaciones con las fuerzas armadas ucranianas. Combinado con las entregas de armas (…) estas acciones no permiten acabar rápidamente la operación”, dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
No obstante, indicó que, pese al retraso, cumplirán sus objetivos.
El pasado 21 de febrero, Vladimir Putin reconoció a Donetsk y Lugansk como repúblicas independientes. Estos territorios, mayoritariamente rusoparlantes, son considerados como ucranianos por parte de Kiev y gran parte de la comunidad internacional, sin embargo, Rusia ha esgrimidos argumentos históricos para calificarlos como naciones autónomas.
La crisis entre ambos países empeoró, tras la orden del Kremlin de invadir esa zona, con la intención de «pacificar y mantener la paz».
Tres días después, inicio de la operación militar con la excusa de «proteger» a la población rusa en esas regiones controladas desde 2014 por las milicias separatistas prorrusas apoyadas por Moscú.