Siete civiles murieron a causa de los bombardeos rusos en la región de Kharkiv, en el noreste de Ucrania, en las últimas 24 horas, dijo este miércoles el gobernador regional.
“Veintidós civiles, entre ellos tres niños, han resultado heridos durante los bombardeos de la región. Siete personas han muerto. Un niño de dos años herido por los bombardeos de hace unos días ha muerto en el hospital”, dijo el gobernador, Oleg Synegubov, en las redes sociales.
Proyectiles rusos que impactaron el martes en una zona residencial cercana al aeropuerto de Kharkiv provocaron también un incendio en una escuela de formación profesional y dañaron varios edificios cercanos.
Los bomberos lucharon para apagar las llamas que envolvieron la escuela, situada a menos de medio kilómetro de la terminal de pasajeros del aeropuerto de Kharkiv, y evitaron que el fuego se extendiera.
El Ministerio de Defensa ucraniano sostiene que Rusia se está preparando para lanzar un nuevo asalto en el este de Ucrania para intentar tomar la ciudad de Kharkiv y rodear la fuertemente fortificada línea del frente oriental de Ucrania.
Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, ha sufrido algunos de los bombardeos más intensos desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero.
Un informe del mayor organismo de seguridad del mundo acusó este miércoles a Rusia de “claros patrones de violaciones del derecho internacional humanitario” en Ucrania.
El informe de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) afirmó que si Rusia hubiera respetado sus obligaciones internacionales tras invadir Ucrania el 24 de febrero, “el número de civiles muertos o heridos habría sido mucho menor”.
El informe, de 110 páginas, presentado en la reunión del consejo permanente de la OSCE, señala los daños y la destrucción de casas, hospitales, escuelas, estaciones de agua y otras infraestructuras.
Los tres expertos que redactaron el informe, que incluía información de las ONG sobre el terreno, dijeron que, dados los plazos y el alcance de su misión, no era posible identificar los crímenes de guerra.
“Sin embargo, la misión encontró claros patrones de violaciones del derecho internacional humanitario por parte de las fuerzas rusas en su conducción de las hostilidades”, decía el informe.
La misión se creó a raíz de una petición de Ucrania el 3 de marzo. Abarca el periodo comprendido entre la invasión del 24 de febrero y el 1 de abril, antes de que aparecieran las imágenes de los cadáveres cuando Rusia se retiró de la ciudad de Bucha y otros lugares del norte de Ucrania. Las imágenes conmocionaron al mundo y provocaron acusaciones de crímenes de guerra rusos.
Pero el informe señalaba que “las pruebas apuntan a un importante crimen de guerra y a un crimen contra la humanidad cometido por las fuerzas rusas”, y pedía una investigación internacional.
Los autores del informe afirmaron que era “probable” que otros “actos violentos” documentados, como los asesinatos selectivos, las desapariciones forzadas o los secuestros de civiles, pudieran considerarse crímenes contra la humanidad.
El informe también concluyó que el conflicto “ha ejercido y sigue ejerciendo efectos especialmente negativos” sobre las mujeres, los niños, las personas mayores y las personas con discapacidad.