«Es un tormento» , reseñan un grupo de vecinos de la urbanización La Quinta al referirse al ruido que genera cada fin de semana un salón de fiesta cercano.
«Estamos cansados de llamar a la sala situacional y no hacen nada», agregó uno de los afectados, quien vive en la primera etapa de la referida comunidad tequeña.
Piden a las autoridades municipales hacer cumplir la ordenanzas de convivencia ciudadana que regula el volumen después de cierta hora.
«No estamos en contra del salón de fiesta, pero es insólito el volumen que le ponen a la música todos los fines de semana», reseñó.
Critican que ni la junta comunal haga nada ante la «lluvia de quejas» que cada fin de semana hacen habitantes de la zona que desean descansar.
Redacción El Tequeño