Simone Biles (gimnasia), Tom Dumoulin (ciclismo) y Naomi Osaka (tenis) son tres grandes deportistas internacionales que han hecho historia en cada una de sus disciplinas; pero también están unidos por una condición: tuvieron que pausar sus carreras para priorizar su salud mental.
El éxito tiene un precio y en el caso de los deportistas este puede ser mucho más alto. Sobre ellos no solo pesa sus propias exigencias de ser los mejores, sino además las de sus equipos y organizaciones.
También, la fanaticada los perciben como superhombres o supermujeres que deben ser perfectos.
Las actuaciones de los deportistas de alto rendimiento están a la vista de millones de personas, que esperan que no cometan errores.
Además, tienen fecha de caducidad y, por ende, una fecha límite para alcanzar sus metas. Un ingeniero o arquitecto tiene toda la vida para alcanzar el éxito, mientras que un atleta como Usain Bolt solo tuvo 13 años de carrera para lograrlo.
En el año 2020, varios atletas profesionales decidieron tomar un descanso debido a problemas individuales de ansiedad o depresión.
“En el pasado, por la idealización de los atletas de alto rendimiento y por el estigma que ha tenido la enfermedad mental; los malestares emocionales se han tendido a esconder, lo que muchas veces complica la posibilidad de ayudar y atender a las personas que sufren”, explicó el psicólogo Manuel Llorens, en entrevista con Efecto Cocuyo.
Llorens, reconocido psicólogo deportivo con experiencia en las selecciones de fútbol de Venezuela y Bolivia, considera positivo que se normalice que los atletas hagan un alto y se tomen un descanso cuando no se vean emocionalmente capaces.
Sonia O’Neill también hace un alto
Dentro del deporte venezolano esta situación también se ha presentado. Uno de los casos más recientes es el de la futbolista Sonia O’Neill, de 28 años de edad, que el 10 de julio anunció que dará una pausa a su carrera para cuidar de su salud mental.
A través de su cuenta de Twitter, O’Neill explicó que necesita apartarse del deporte un rato. En el mensaje que compartió en la red social detalló que se le trataba “más como un número sin valor que como una persona”.
La venezolana también dejó claro que tiene la intención de regresar a la cancha como la jugadora y persona que era antes.
Para la psicóloga clínica Karina Monsalve, el hecho de que un atleta de alto rendimiento reconozca públicamente que necesita tomarse un tiempo demuestra que está preparado para poder solucionar sus problemas.
Monsalve opina que “es sano que los deportistas se tomen un tiempo para recuperarse, lo que pasa es que aún lo vemos extraño y algunas personas lo juzgan todavía”.
Priorizaron su salud mental
O’Neill se unió a una lista de deportistas que decidieron dar un paso al costado y priorizar su propia salud mental ante la competencia.
“Cada vez estamos viendo que más deportistas visibilizan el problema de la salud mental, porque la priorizan ante la competición y yo creo que es muy sano de parte de ellos reconocer cuando no están preparados para competir”, explicó Karina Monsalve, quien fue nadadora de alta competencia.
El primero fue el ciclista italiano Tom Dumoulin, quien en 2020, cuando estaba en la cima del deporte, decidió hacer un alto en su carrera por un año.
Dumoulin regresó renovado para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que fueron en 2021, y ganó la medalla de plata en la prueba contrarreloj.
Durante la misma justa olímpica, Simone Biles sorprendió al mundo entero al retirarse de la final por equipos de la categoría de gimnasia.
Biles, quien en ese momento tenía 24 años y ya era múltiple campeona mundial, confesó estar demasiado preocupada por lo que otros pensaban de ella, por lo que decidió retirarse temporalmente.
Tanto Manuel Llorens como Karina Monsalve coinciden en que actualmente se reconoce a la salud mental como un tema que se debe atender, pero que en el caso de los atletas aún es difícil para ciertas personas entender que también son seres humanos.
“Sin duda, la idealización de los atletas limita la posibilidad de que puedan expresar su malestar. Además, el machismo también contribuye a que a menudo los atletas no expresen sus emociones”, declaró Llorens.
En junio de 2021, la japonesa Naomi Osaka era la número dos del mundo en el tenis femenino, con solo 23 años. Ese mismo año se retiró del Roland Garros, debido a que sufría de ataques de depresión.
Osaka dijo que comenzó a tener problemas emocionales desde que ganó su primer Grand Slam en 2018. La nipona volvió a la acción en los Juegos Olímpicos y desde entonces ha seguido compitiendo.
La importancia de los psicólogos deportivos
Monsalve describe que una de las razones por la que los deportistas son más vulnerables y propensos a sufrir de estrés o depresión es que no cuentan con una guía psicológica durante su formación.
“Muchos no se forman con un psicólogo deportivo que les enseñe a manejar esta presión y por eso pueden desarrollar una fatiga o agotamiento emocional”, añadió la doctora Monsalve.
A Manuel Llorens también le parece que es útil tener a psicólogos deportivos en las organizaciones en que se desarrollan los atletas, pero aclaró que si no es posible es importante conseguir vías para poder comunicar y expresar los malestares emocionales de los atletas.
Para Llorens, la concientización de los problemas de salud mental en el deporte ha avanzado y rescata iniciativas como el documental “The Weight of Gold”, que recoge los testimonios de personalidades como Michael Phelps sobre este tema.
“Es importante desarrollar una cultura en que la expresión del malestar es permitido y no visto como una señal de debilidad”, acotó el doctor Llorens.
