Pedro comenzó su «Cuarentena» cuando su única hija se fue a vivir a España huyendo de la crisis hace 18 meses. Con 75 años, admite que le es difícil salir de su apartamento, ubicado en San Antonio de los Altos, por las dolencias propias de su edad.
Recibe los alimentos gracias a un sobrino que cada viernes sube desde Caracas, ayuda que teme podría dejar de recibir esta semana con la cuarentena total decretada por el gobierno para frenar el avance de la pandemia de Coronavirus.
«No puedo salir a comprar, primero por mis dolencia y segundo porque por mi edad estoy más propenso a contraer el virus», agrega el abuelo.
Las autoridades locales estiman que cerca del 60 % de la población del Municipio Los Salias es mayor de 60 años, la mayoría viven solos producto de la diáspora.
Ante esta situación y tras la puesta en cuarentena de toda la población, Edgar Laya -concejal de la jurisdicción- decidió hacer una acción solidaria.
«Nos ponemos a la orden de los sanantoñeros, en el exterior, que tienen a sus viejos solos aquí en San Antonio», escribió el joven concejal en su cuenta en Twitter, recibiendo el respaldo de otros vecinos.
Laya asegura que ellos – los abuelos sanantoñeros- son población vulnerable. «No hay alarma pero si responsabilidad y organización. A la orden por DM o al 04241594530», agregó en el Tweet publicado.
Hasta el momento ha recibido varias llamadas y el día lunes atendió a dos viejitos que necesitaban asistencia médica.
Siguendo su ejemplo, otros jóvenes sanantoñeros se han puesto a la orden de sus vecinos mayores por la mañana o al caer la tarde. «Las personas mayores piden que vayamos a la farmacia o que les bajemos la basura», indicó Andrés Pérez, residente de La Rosaleda.
Los voluntarios también se ofrecen para hacer videollamadas a sus familiares fuera del país o en el interior y pasear con sus perros. «Estamos dispuestos incluso solo para hablar con ellos y se den cuenta que no están solos», agrega.
Recuerdan que hasta hace una dos días, a las personas mayores en San Antonio de los Altos se las solía ver en las plazas tomando un poco el sol, en el supermercado a primera hora del día aprovechando para comprar los alimentos más frescos, conversando con vecinos en las puertas de los edificios o tomando un café con amigos o familiares al final de la tarde.
Ahora, después del estado de alarma, no pueden salir a la calle. Deben permanecer en casa cumpliendo estrictamente la cuarentena.
Daniel Murolo
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