Solamente el Sistema Automatizado de Votación integrado es lo que garantizaría transparencia y seguridad en la elección primaria de la oposición, de acuerdo con el informe de la Comisión Técnica del Consejo Nacional Electoral (CNE) que fue entregado a la Comisión Nacional de Primaria.
“El CNE considera inviable la petición de la Comisión Nacional de Primaria de eliminar el proceso de autenticación biométrica del sistema de votación, ya que el mismo forma parte integral del sistema venezolano. Eliminar este proceso generaría una vulnerabilidad, abriendo una brecha para que se violente el principio de un elector un voto. El CNE ha garantizado al país la realización de más de 21 procesos electorales. En todos ellos ha garantizado la seguridad de la identidad de las electoras y electores, así como el secreto del voto”, advierte el ente comicial.
En un documento realizado por la comisión designada a principios de febrero e integrada por el presidente Pedro Calzadilla, el rector principal Roberto Picón y los rectores suplentes incorporados Carlos Quintero y Leonel Párica, el CNE respondió a la solicitud de asesoría técnica solicitada por la Comisión Nacional de Primaria que está organizando el proceso para escoger a un candidato «unitario» de cara a las próximas presidenciales, cuya fecha es incierta.
La comisión también consideró inconveniente la propuesta de la Comisión Nacional de Primaria para que los procesos de escrutinio, transmisión y totalización se hagan de forma paralela al sistema automatizado. “…este tipo de mecanismos ad-hoc generarán resultados inconsistentes creando de esta manera desconfianza en las electoras y los electores, considerando que los resultados oficiales serán los producidos por el sistema automatizado”.
En cuanto a la solicitud de realizar una jornada especial de inscripción y actualización en el Registro Electoral, en el informe se advierte que este tipo de actividades no pueden estar dirigidas a un grupo de organizaciones políticas y, por el contrario, deben estar dirigidas a todas las venezolanas y todos los venezolanos.
“…El CNE está planificando un proceso integral de catastro de Centros de Votación y Jornada de Registro Electoral, para cubrir las demandas, de todas las venezolanas y los venezolanos y las Organizaciones con Fines Políticos, de inscripción y actualización de datos en el Registro Electoral”.
El Poder Electoral reiteró a la Comisión Nacional de Primaria que mantiene su disposición de apoyar a todos los actores políticos, por lo que considerará todas aquellas propuestas que coadyuven a fortalecer la participación política, siempre y cuando las mismas no afecten la integridad del sistema electoral venezolano.
Incertidumbre y descontento
La Comisión Nacional de Primaria fijará posición este jueves 20 de abril sobre la respuesta del CNE a su solicitud de asistencia técnica, en la cual el ente comicial negó todos los aspectos medulares que el sector solicitó, tanto para estimular la participación electoral del conglomerado opositor en condiciones de confianza como para actualizar el registro electoral.
Sin embargo, fuentes políticas consultadas este miércoles por Banca y Negocios mostraron «incertidumbre y descontento» con la respuesta del Consejo Nacional Electoral, porque consideran que, si bien la intervención del organismo puede ser esencial para garantizar un proceso factible, su respuesta a las solicitudes de la Comisión de Primaria puede implicar una intervención completa de un ente controlado por el oficialismo en el proceso.
Hasta ahora, la mayoría de los candidatos y las candidatas que han manifestado su intención de mantenerse en el proceso respaldan institucionalmente la participación del CNE, salvo la aspirante por Vente Venezuela, María Corina Machado, quien reivindica que políticamente es inconveniente dar entrada a un organismo que controla el oficialismo por mayoría.
Las fuentes consultadas de tres organizaciones políticas del sector opositor manifestaron que hacer la primaria con un registro desactualizado y con control del CNE son elementos que pueden desestimular la participación de electores que pueden o no aparecer registrados -especialmente, los más jóvenes- o sentirse intimidados al ser «fichados» como opositores.
