Un servicio en ambulancias que debería durar 40 minutos, se convierte para paramedicos y enfermeros en un pesadilla de hasta dos horas y medias, gracias a los puntos de control instalados en semanas radicales.
La Guardia Nacional Bolivariana GNB y la Policía Nacional Bolivariana PNB instala alcabalas en todas las vías rápidas, especialmente en la Panamericana y la Autopista Gran Mariscal de Ayacucho AGMA.
«Un servicio desde Guatire o Guarenas que va a algún hospital capitalino que debería durar no más de 40 minutos, puede tardar hasta dos horas. Y hablo sólo de la ida. La vuelta es aparte», dijo Luis Guaregua, paramédico.
– Indistintamente de las condiciones clínicas del paciente, de su estado, diagnóstico, producto de las alcabalas en la AGMA, éste debe esperar que pase carro por carro en El Cercado. Los funcionarios no le paran que vaya una ambulancia y lleve un paciente abordo.
Agrega que en el Distribuidor Metropolitano la cosa es peor. «La alcabala que allí montan retrasa aún más la llegada del paciente al centro de salud. Es peor porque hay gandolas de todos los tamaños paradas, camiones y autobuses.
Guaregua indica que hay pacientes que van a los Altos Mirandinos, «bien sea a la Maternidad de Carrizal o al hospital Victorino Santaella, y además de la mega cola en la AGMA, hay que sumarle la de la Panamericana. Y es lo mismo: un servicio de una hora, pasa a 4 horas».
-Imagínense por un momento: Paciente con covid-19, %SpO2 de 70, de Guatire a Los Teques, que va directo a la UCI, esperando en la AGMA y Panamericana cerca de cuatro horas en ambas colas por las alcabalas. ¿Qué creen que pueda pasar?.
«A eso hay que agregarle la anarquía de los conductores (todos) de querer pasar de primero y no permitir que un vehículo de emergencia lo haga. No dan chance. Es complicado», puntualizó.
Daniel Murolo