¡Caos! Sí, Venezuela es un caos en medio de un limbo en el que el país no encuentra ninguna mejora y en el que no se perfila lo contrario de cara a los próximos meses.
El precio del dólar paralelo supera los 85 bolívares y no parece tener freno. Empresarios, comerciantes y personas de a pie viven la incertidumbre de tener que hacer transacciones a tasa oficial mientras se encuentran de manos amarrados para conseguir divisas a dicha tasa y tener que navegar las oscuras aguas del dólar promedio y paralelo que terminan por agobiar a todos por igual: productor (los pocos que quedan), importador, comerciante y consumidor; finalmente el más afectado de todos.
Evidentemente esta macro devaluación desatada sin control por la carencia de políticas del gobierno tiene su impacto en los sueldos, costo de los productos de la canasta básica alimentaria sin importar lo que percibas. ¡Ni qué decir del salario de los docentes!
En dicho escenario la pensión continúa desde hace tres años estancada en apenas 130 bolívares, que al cambio oficial de 67,63 bolívares por dólar representa 1,92 dólaresmensuales, más allá de los bonos insuficientes para paliar la crisis.
Pero mientras el país transita una senda en la que no pasa nada positivo, en la que no se toma ningún correctivo, el gobierno solamente habla de Chevron, de las sanciones de Trump y el caso de los presuntos miembros de la banda criminal Tren de Aragua trasladados a la mega cárcel de Bukele en El Salvador, narrativa que algunos politiqueros “opositores” secundan repitiendo la retórica de Miraflores con la cual obvian cualquier tema relacionado a lograr capitalizar el resultado del 28 de julio.
Ese tema se perdió, ese esfuerzo se dilapidó ante la falta de cohesión por intereses corruptos que ahora se trasladan a las aspiraciones electorales sin sustento de parte de muchos de la dirigencia opositora, quiénes no han entendido o no les interesa el contexto país, el hastío de un electorado que está claro en que la crisis económica, social solo se arregla con un proyecto país distinto y que nunca vendrá de quiénes hoy ostentan el poder a la fuerza y mucho menos repitiendo el autoengaño de: “conservar espacios”, “defender el camino electoral” y “demostrar al mundo que son minoría en las urnas”. Con eso no se corrigen los problemas del país, con eso no se come y no se alumbra cuando se va la luz.
De resto, Si no se corrige, lo que viene es más caos
Fernando Pinilla / @fmpinilla