La dislexia es actualmente la Dificultad Específica de Aprendizaje (DEA) más común en el mundo. De origen neurobiológico, se caracteriza por la presencia de dificultades en la precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras (escritas) y por un déficit en las habilidades de decodificación (lectora) y deletreo. Estas dificultades son consecuencia de un déficit en el componente fonológico del lenguaje y se presentan de manera inesperada ya que otras habilidades cognitivas se desarrollan con normalidad y la instrucción lectora es adecuada.
Según datos de la Plataforma Dislexia, se estima que un 10% de la población tiene dislexia, lo que representaría más de 4,6 millones de personas afectadas y 800.000 niños en las aulas en España. A pesar de ello, solo el 33% de los niños con dislexia reciben la atención profesional necesaria a pesar de que se calcula que ésta y otras Dificultades de Aprendizaje causan el 65% del fracaso escolar.
Asimismo, lo niños con dislexia están excluidos de la convocatoria de becas destinadas a estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo lo que supone que las familias con menos recursos económicos tienen menos posibilidades de hacer frente a esta dificultad de aprendizaje al no poder costear la intervención de un logopeda.
Con el objetivo de detectar de forma temprana las dificultades para la adquisición de un aprendizaje y prevenir el fracaso escolar entre niños y niñas, desde hace tiempo la Fundación Ricardo Fisas Natura Bissé ha desarrollado en diversos colegios el proyecto Project Difference, cuyos resultados han sido validados por la Unidad de Trastornos del Aprendizaje Escolar (UTAE) del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
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