Soldados ucranios capturados por los rusos que han sido liberados han denunciado que sufrieron torturas y malos tratos por parte de los invasores y, algunos de ellos, fueron obligados a tener relaciones sexuales, según ha denunciado la defensora del pueblo de Ucrania, Liudmila Denisova. Según informa la agencia Interfax-Ukraine, los métodos de tortura fueron usados con especial crueldad contra los oficiales de las Fuerzas Armadas y los combatientes del Batallón Azov, los últimos que resistieron el asedio de la ciudad costera de Mariupol.
“Durante una visita de inspección a una de las instituciones de salud donde se encuentran los militares ucranios liberados del cautiverio, informaron haber sido víctimas de tortura y malos tratos por parte de los ocupantes”, ha dicho Denisova. La mayoría del personal militar ucranio fue hecho prisionero por los rusos en Mariupol y sus alrededores, donde el asedio y el bloqueo ruso se prolongaron durante casi tres meses.
Los detenidos permanecieron en sótanos y dependencias de la zona y luego fueron trasladados a un centro de detención preventiva en la provincia de Donetsk, a la que pertenece Mariupol, en territorio ocupado por los rusos. Posteriormente, algunos miembros del Ejército ucranio fueron trasladados a los centros de detención preventiva en Taganrog y Voroney, en territorio ruso. Allí, les vendaron los ojos con cinta adhesiva, les pusieron una bolsa en la cabeza y les ataron las manos con cuerdas, ha relatado la defensora del pueblo. “Con particular crueldad, se les aplicó tortura a los oficiales de las Fuerzas Armadas y a los combatientes del destacamento de fuerzas especiales de Azov”, ha precisado.
Durante los interrogatorios, los prisioneros de guerra ucranios fueron puestos de rodillas, golpeados con la culata de una ametralladora en los dedos de los pies y sufrieron heridas abiertas. También usaron tenazas y sogas para tratar de estrangularlos. Además, los torturaron con corriente eléctrica, los golpearon con martillos y les dieron patadas, según el relato de Denisova. Según ha indicado, “los ocupantes rusos inyectaron a los prisioneros drogas desconocidas, después de lo cual perdieron el conocimiento y la memoria”.
Los prisioneros que permanecieron recluidos en el centro de detención preventiva de Donetsk dijeron que había al menos entre 17 y 20 de ellos en celdas diseñadas para dos o tres personas y no disponían de baño. Además, los detenidos fueron obligados a tener relaciones sexuales y no se les proporcionó asistencia médica y solo se les examinó antes de ser trasladados al campo de prisioneros de guerra en Sebastopol, en Crimea, donde representantes de la Cruz Roja les atendieron. “Hago un llamamiento a la Comisión de la ONU para investigar las violaciones de los derechos humanos durante la invasión militar rusa de Ucrania para que tenga en cuenta estos hechos de violaciones rusas de los derechos de los ciudadanos de Ucrania”, ha denunciado la defensora del pueblo.