Los precios mundiales de los alimentos subieron en julio, por primera vez este año, tras colapsar el acuerdo que permitía la exportación segura de cereales y otros rubros desde los puertos de Ucrania, informó este viernes 4 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El acuerdo o Iniciativa del Mar Negro, pactada hace un año entre Rusia y Ucrania –enfrascadas en guerra tras la invasión de tropas rusas en febrero de 2022-, con participación de Turquía y las Naciones Unidas, cesó el 17 de julio al negarse Moscú a su renovación.
La ONU deploró el cese de la iniciativa, que consideró fundamental para sostener las cadenas de suministro hacia países muy necesitados de alimentos, en África oriental, norte de África y en Afganistán, principalmente.
Mediante el acuerdo se permitía que, con auxilio de inspectores de la ONU, los barcos pudiesen transportar desde puertos ucranianos, de manera segura en medio del conflicto, cereales, aceites comestibles, otros alimentos y fertilizantes, hasta salir al Mediterráneo cruzando pasos marítimos bajo control de Turquía.
Las cotizaciones de esos rubros treparon en las principales bolsas mercantiles apenas Rusia anunció su retiro del acuerdo, para lo cual alegó perjuicios a los precios de sus propias exportaciones y mayores beneficios con el comercio protegido para países desarrollados importadores antes que para naciones pobres.
Como resultado, los valores mundiales de distintos rubros alimenticios, que desde enero habían descendido un mes tras otro, repuntaron al cierre de julio, de acuerdo con el Índice de Precios de los Alimentos de la FAO, que rastrea cereales, aceites vegetales, lácteos, carnes y azúcar.
Para su índice, la FAO pondera las cuotas de exportación promedio de cada uno de los cinco grupos de alimentos, atribuyendo un valor 100 a las mediciones correspondientes al bienio 2014-2016.
El índice promedió 123,9 puntos el pasado julio, 1,5 puntos (equivalente a 1,3 % más) sobre el nivel de junio, y revierte la tendencia decreciente que avanzaba desde los 130 puntos registrados en enero.
El índice de precios del aceite vegetal registró un aumento de 12,1 % en julio, después de siete meses de caídas consecutivas. Los de girasol, gran rubro de exportación desde los puertos del mar Negro, se recuperaron 15 %.
Los precios mundiales de los aceites de palma, soja y colza aumentaron a raíz de la preocupación por las perspectivas sobre su producción en países como los del sureste asiático.
Para los cereales, el índice se redujo 0,5 % respecto de junio, impulsado por una caída de 4,8 % en las cotizaciones internacionales de los cereales secundarios (maíz, sorgo, avena, cebada, centeno) debido al incremento estacional de los suministros de maíz procedentes de las cosechas en curso en Argentina y Brasil.
También se prevé una producción potencialmente mayor en Estados Unidos.
Sin embargo, los precios internacionales del trigo aumentaron 1,6 %, su primer incremento intermensual en nueve meses, debido a la incertidumbre en torno a las exportaciones de Ucrania, así como a la persistencia de las condiciones secas en América del Norte.
Mientras tanto, los precios del arroz aumentaron 2,8 % en julio, y son casi 20 % más altos que el año pasado, después de que India prohibió la exportación de ese grano.
La FAO advirtió que esa medida “plantea preocupaciones sustanciales sobre la seguridad alimentaria de una gran parte de la población mundial, especialmente aquellos que son más pobres y que dedican una mayor parte de sus ingresos a comprar alimentos”.
El índice de precios del azúcar disminuyó casi cuatro por ciento, como resultado del buen progreso en la cosecha de caña en Brasil, la mejora de las lluvias en la mayoría de las áreas de cultivo en India, y la demanda moderada de Indonesia y China, los principales importadores del mundo.
También hubo una caída de 0,4 % en el índice de precios de los productos lácteos, que está más del 20 % por debajo del valor de julio de 2022. Del mismo modo, los precios de la carne cayeron 0,3 % desde junio.
Los precios mundiales del queso se recuperaron ligeramente tras los últimos descensos pronunciados, dado que el clima cálido repercutió en la disminución estacional de los suministros de leche en Europa.
Las cotizaciones de las carnes de bovino, ovino y aves de corral disminuyeron a raíz de la firme disponibilidad de suministros y, en algunos casos, la menor demanda de los principales importadores.
Por el contrario, los precios de la carne de cerdo aumentaron como consecuencia de la elevada demanda estacional unida a la continua escasez de suministros en Estados Unidos y en Europa occidental.
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