Sudáfrica puso en marcha este viernes la salida progresiva del confinamiento contra el coronavirus, tras cinco semanas, dando un respiro a su población y a su economía.
Desde medianoche, millón y medio de personas fueron autorizadas a volver a trabajo –siguiendo las normativas de protección sanitaria– en los sectores de la construcción, textil y de mantenimiento. Pero el grueso de las restricciones siguen vigentes.
Con más de 5.600 casos y un centenar de muertos, el país más industrializado de África subsahariana es también el más afectado por la enfermedad de covid-19.
El gobierno y los epidemiólogos que lo asesoran se mostraron satisfechos por la eficacia del confinamiento que, junto con el cierre de fronteras, permitió atajar la propagación de la epidemia desde el 27 de marzo.
Con todo, las autoridades se vieron obligadas a suavizar las medidas gradualmente, pues el confinamiento privó a las personas más pobres de su sustento, mientras que la economía del país se encuentra muy debilitada tras años de crisis.
“Todos sabemos que el confinamiento es necesario para salvar vidas”, declaró el viernes el presidente, Cyril Ramaphosa, en su mensaje del Primero de Mayo. Pero este “tuvo un enorme impacto en los pobres”, agregó. “A millones de sudafricanos les resulta difícil ganarse la vida y alimentar a sus familias”.
En las últimas semanas, se detectaron incidentes aislados en los empobrecidos “townships” entre las fuerzas de seguridad y la población, iracunda, que exigía las ayudas alimentarias prometidas por el gobierno.
– “Qué bien sienta” –
Desde este viernes, el país pasó del nivel de alerta sanitaria 5 –el más alto– al nivel 4.
Pero, pese a la reanudación progresiva de la actividad en un puñado de industrias, la situación a la que están sometidos los 57 millones de sudafricanos ha cambiado poco. Los desplazamientos siguen estando limitados a lo estrictamente necesario, continúan estando prohibidos entre las 20H00 y las 05H00, y es obligatorio llevar mascarilla en los lugares públicos.
Las escuelas permanecerán cerradas, al menos, hasta junio.
En cambio, desde este viernes los ciudadanos pueden volver a practicar deporte en el exterior, lo que supuso un alivio.
El viernes al amanecer, muchos de ellos desafiaron al frío del fin del otoño austral y fueron en pantalón corto al parque de Emmarentia, un barrio opulento de Johannesburgo, equipados de bicicletas o canoas.
“Había olvidado lo bonito que es”, dijo, con mascarilla pero feliz, Sean Lawrenson, de 50 años. “Qué bien sienta esto”, apuntó el hombre, dueño de una empresa de construcción, que reconoció: “estoy un poco menos en forma que al principio del confinamiento, pero tampoco estoy tan mal”.
En el empobrecido barrio de Hillbrow la alegría en el ambiente era parecida. “Si no corro, no me siento bien”, explicó Reason Nyamvura, un comerciante de 32 años.
Un soplo de aire fresco que, sin embargo, no alejó el temor al virus. “Estoy preocupado porque la gente muere, sufre, no trabaja y no es libre de ir donde quiera”, señaló. “Rezo a Dios para que todo esto termine”.
Además de Sudáfrica, otros países del continente, como Nigeria o Ruanda, se preparan para levantar progresivamente las medidas del confinamiento.
– “Riesgo de explosión” –
Las estadísticas –36.000 casos confirmados y más de 1.500 muertos– hacen de África una de las zonas menos afectadas por la covid-19 pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado a no bajar la guardia.
“Si los gobiernos ponen fin a estas medidas de forma brusca, podríamos perder los logros realizados hasta ahora”, subrayó la OMS.
“Volver de golpe a la normalidad provocaría una explosión” de casos, advirtió el ministro sudafricano de Salud, Zweli Mkhize.
El gobierno sudafricano explicó que la próxima etapa del levantamiento del confinamiento se decidirá en función de los imperativos de protección de la salud pública y de la necesaria reactivación de la economía.
La semana pasada, Cyril Ramaphosa anunció un plan de apoyo a las empresas y a los ciudadanos de más de 24.000 millones de euros, un programa de ayudas inédito.
“Salir de esta crisis requerirá un esfuerzo extraordinario”, recalcó el viernes.
Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la pandemia viral podría provocar una contracción del 5,8% del PIB del país en 2020.
Según un sondeo publicado el viernes por el Instituto de Estadística (StatsSA), el 93% de los sudafricanos se declaran “muy preocupados” por el posible hundimiento de la economía y el 79% de ellos teme que se produzcan disturbios en el país.
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