Las autoridades de Tailandia anunciaron este jueves que pedirán prueba de dos vacunas contra la covid-19 a todos los viajeros que entren en el país, una medida aprobada ante la próxima reapertura de China.
En un comunicado, el ministro de Sanidad tailandés, Anutin Charnvirakul, agregó que los viajeros cuyos países pidan prueba PCR, como es el caso de China, también deberán tener un seguro especial para la covid-19 en caso de que den positivo antes de tomar sus vuelos de regreso.
No está claro cuando entrarán en vigor las nuevas normas, aunque se espera que sea antes del Año Nuevo Chino a finales de enero.
Las autoridades tailandesas han insistido en que las medidas no buscan discriminar a los viajeros de China, que está sufriendo un aumento de contagios tras acabar con las estrictas políticas de covid cero y que a partir del 8 de enero reabrirá sus fronteras.
La decisión de Tailandia se produce después de que el pasado octubre eliminara todas las restricciones de viaje, como la petición de justificante de vacunación, pruebas PCR y seguro médico especial para la covid-19.
Tailandia, que en 2019 recibió 11 millones de turistas chinos, espera que lleguen hasta 5 millones de viajeros del gigante asiático este año debido a la relajación allí de las restricciones.
Tras años de largos confinamientos, test diarios a urbanizaciones enteras y otras medidas draconianas, decenas de chinos se manifestaron en noviembre contra la política de covid cero en distintas ciudades en un raro desafío al Partido Comunista chino.
Aunque las protestas fueron reprimidas, las autoridades empezaron a relajar en diciembre las restricciones en un abandono progresivo de la estrategia de covid cero y luego anunciaron la supresión de las cuarentenas obligatorias a los viajeros que regresen al país a partir del 8 de enero.
Está previsto que esto último provoque un aumento significativo de viajes de chinos al exterior, lo que unido al aumento de los contagios en el país ha llevado a que algunos países como España, Alemania, Estados Unidos, Francia, Corea del Sur y Japón hayan empezado a exigir pruebas PCR a los viajeros de China.
Pekín ha tildado de “desproporcionadas” las medidas y ha asegurado que están siendo transparente al compartir información sobre los contagios y la mutación del virus con la Organización Mundial de la Salud.