Tamara Adrián, miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular, advirtió este viernes que las declaraciones homofóbicas y transfóbicas de los dirigentes alacranes Franklyn Duarte y Maribel Castillo, representan una incitación al odio contra la comunidad lgbtiq+.
“Hemos escuchado con inmensa preocupación las declaraciones públicas que incitan al odio en contra de la comunidad lgbtiq+, hechas por Franklin Duarte y Maribel Castillo.
Creemos que el grado de homofobia y transfobia manifestado califica como delito de odio. En un país democrático, tendría la fiscalía general de la república que llevar adelante un juicio por esta razón y seguir el procedimiento correspondiente”, expresó Adrián.
Enfatizó que, a pesar de que estos dirigentes no forman parte del PSUV, sus declaraciones responden a los ideales expresados por la dictadura de negar derechos iguales a la población lgbtiq+.
“Pareciera que el mensaje que dieron, fue un encargo de otros para no asumir el costo de decirlo”, dijo.
La primera diputada transgénero electa en Venezuela manifestó su preocupación por la utilización de los medios de comunicación para difundir el odio y propagar ideas que vulneran la dignidad y derechos humanos de la comunidad sexo diversa.
“Bastaría sustituir el término ‘pareja del mismo sexo’ por ‘parejas de negros, blancos o extranjeros’ o de cualquier otra minoría que sea eventualmente despreciada o segregada, para darse cuenta hasta qué punto la ignorancia, en materia derechos humanos, puede llegar cuando es dictada por prejuicios”.
Sostuvo que, mientras en México, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Bolivia y parcialmente Perú, se garantizan los derechos humanos de la comunidad lgbtiq+, en Venezuela se violan por la intolerancia del régimen.
“Vemos el sistema homofóbico que ha sido implantado por el régimen de Nicolás Maduro que ha hecho imposible lograr esos derechos e igualdad (…) el respeto de los derechos humanos para todos, tiene que pasar por la superación de los prejuicios de cada época”.
“Todos los derechos para todas las personas”, no puede ser solo un eslogan vacío de contenido, sino que nos obliga a luchar efectivamente contra todas las intolerancias que excluyen o limitan a ciertas personas del goce efectivo de sus derechos humanos.