Un tanquero de propiedad de Venezuela cargado con alrededor de dos millones de barriles de crudo zarpó en su primer viaje internacional desde que Estados Unidos impuso sanciones a la estatal PDVSA, según dos fuentes y datos de Refinitiv Eikon.
PDVSA desde hace meses está ofreciendo transportar su propio crudo, incluyendo el flete en los precios de venta, para ayudar a los clientes que han tenido problemas para contratar embarcaciones debido a las sanciones impuestas a la estatal, mostraron documentos vistos por Reuters.
Washington recientemente incluyó en la lista negra del Departamento del Tesoro a varios propietarios de embarcaciones y operadores marítimos y amenazó con sancionar a cualquier barco que facilite las exportaciones de crudo de Venezuela a medida que endurece las restricciones comerciales contra el régimen de Nicolás Maduro.
El tanquero de bandera rusa Máximo Gorki zarpó desde el fondeadero que rodea al terminal de Jose de PDVSA con una llegada estimada a mediados de octubre, según los datos de seguimiento marítimo.
Es la primera vez que PDVSA despacha crudo a un cliente en una embarcación propiedad de Venezuela desde que le impusieron sanciones a principios del año pasado, aparte de los envíos a Cuba, su aliado socialista, que atraviesa una crisis de combustible.
Aunque el tanquero señala Singapur como destino, una de las fuentes dijo que su puerto final será Fujairah, en los Emiratos Árabes Unidos.
PDVSA no respondió a una solicitud de comentarios.
La firma venezolana venía preparando la embarcación para recibir mantenimiento en Asia, por lo que está aprovechando la oportunidad para transportar el crudo también.
Varios tanqueros propiedad de PDVSA y sus subsidiarias han sido objeto de embargo y medidas de retención legal en aguas extranjeras en los últimos años como consecuencia de la falta de pago de deudas con astilleros, puertos y firmas navieras.
Desde 2019 hasta principios de 2020, PDVSA rescató sus embarcaciones Arita y Parnaso de medidas de arresto legal luego de pagar deudas pendientes. También recibió de vuelta alrededor de una docena de petroleros que habían sido manejados por Bernhard Schulte Shipmanagement (BSM) de Alemania.
Para proteger la carga de cualquier incautación, PDVSA firmó dos acuerdos separados con el comprador, uno para vender el crudo y otro como contrato de flete, agregó la fuente. Al estructurar el acuerdo de esta manera, el petróleo es propiedad del cliente desde el momento en que sale del puerto venezolano, a pesar de que es transportado en un barco de propiedad venezolana, dijo la fuente.
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