La pandemia mundial del Covid-19 obligó a numerosas parejas de todo el mundo a trabajar juntas en casa, durante las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Sobre el impacto de la pandemia en el bienestar conyugal, están saliendo a la luz los resultados de una serie de interesantes investigaciones. Por ejemplo, un estudio del año 2021 reveló que 29% de las relaciones mejoraron durante la pandemia y otro 29% empeoró, mientras el resto permaneció igual.
Por su parte, una encuesta realizada por la organización benéfica Relate mostró que casi una cuarta parte de la población inglesa sentía que la cuarentena había añadido presión a su relación. Los investigadores plantearon la existencia de una condición denominada claustrofobia inducida por una pandemia, especialmente para aquellas parejas que vivían en apartamentos donde los metros cuadrados eran mínimos.
Más recientemente, de acuerdo a un estudio publicado en la revista Personnel Psychology, se mostró la experiencia de mezclar las necesidades domésticas con las tareas profesionales, lo cual planteó desafíos para los matrimonios.
El objetivo del trabajo fue mejorar la experiencia de laborar en casa, tanto para los empleados como para los empleadores, indicaron los investigadores, mostrando que la flexibilidad y la comprensión son importantes en la pareja, especialmente en los hogares donde ambos adultos trabajan desde la casa. Mientras que las empresas deben reconocer las dificultades que surgen a medida que los límites entre la vida laboral y familiar se vuelven cada vez más borrosos.
Los resultados del estudio se basaron en una encuesta realizada a 223 parejas de China y Corea del Sur, incluyendo hogares con y sin hijos. Todos los participantes completaron dos encuestas diariamente, durante 14 días laborales y continuos. Se les preguntó a los participantes sobre la cantidad de tareas del hogar que realizaron mientras hacían teletrabajo desde la casa, y cómo esto afectó sus compromisos familiares durante cada día.
En el centro de estas tareas del hogar se encuentra el tiempo de calidad en familia, incluidos los tipos de quehaceres, como lavar o pasar la aspiradora y la dedicación hacia los niños. Las parejas también anotaban varias medidas adicionales como los niveles de conflicto entre el trabajo y la familia, cuanta culpa sentían al dividir sus actividades en casa y su posible aislamiento psicológico. Los resultados revelaron que los esposos podían beneficiarse un poco más del trabajo remoto que sus esposas.
Las estadísticas revelaron que las parejas completaban más tareas del hogar mientras trabajaban desde casa. Aunque los autores determinaron que los hombres y las mujeres no tenían la misma experiencia durante el teletrabajo. Cuando ambos miembros de una relación trabajaban desde casa, los hombres generalmente hacían menos tareas familiares. Para el caso de las mujeres, tener a su esposo en casa durante las horas de trabajo no aligeraba en absoluto su carga de quehaceres.
En los dos países asiáticos estudiados, las esposas indicaron que se sentían culpables por no poder realizar las tareas domésticas y pasar más tiempo con sus familias, cuando se les pedía que hicieran mayor trabajo de la oficina. En cambio, para los esposos esta culpabilidad apenas fue perceptible en los datos obtenidos de Corea del Sur.
Estos hallazgos revelaron que cuando las parejas tienen horarios de trabajo flexibles, las esposas realizan significativamente más tareas laborales cuando trabajan desde casa, que en las oficinas. Sin embargo, cuando las esposas tienen responsabilidades laborales más exigentes, los esposos hacen un mayor número de quehaceres familiares, indicaron los autores.
En general, los autores del estudio sugieren que cuando los límites entre el trabajo y el tiempo familiar se desdibujan, las parejas pueden enfrentar conflictos. Si bien tanto los esposos como las esposas que trabajaron desde la casa se involucraron en más tareas domésticas y familiares, esto también pareció promover un aumento de los sentimientos de conflicto entre roles, aislamiento psicológico del trabajo y sentimientos de culpa con respecto a su trabajo profesional.
Los investigadores también indicaron que “los empleadores deben generar expectativas realistas sobre la cantidad de trabajo que sus empleados, a distancia, pueden realizar de manera efectiva. Mostrando una mayor comprensión de las situaciones de trabajo en el hogar de las parejas”. Agregaron que “estos hallazgos indican que los esposos con flexibilidad en sus horarios de trabajo pueden brindar más apoyo a sus parejas, para completar sus propias tareas de teletrabajo”.
Si bien muchas de las políticas de trabajo desde el hogar que se investigaron en este estudio se implementaron debido a la pandemia, los investigadores argumentan que la vida laboral cotidiana de millones de personas no volverá a ser la misma que antes de la cuarentena. Todo apunta a que el trabajo híbrido será el mejor futuro posible para las parejas.
Paulino Betancourt Figueroa | @p_betanco
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