El temporal de nieve, viento y lluvia que azota Italia desde este fin de semana está causando estragos en el país, con la crecida del Po y otros ríos que dejaron carreteras bloqueadas, corrimientos de tierra y avalanchas que provocaron el fallecimiento de un menor de 16 años en el norte del país.
Las intensas nevadas, que han aislado a más de 6.000 personas en la región del Valle de Aosta, provocaron un gran alud por el que un menor de 16 años falleció cerca de Bolzano (Tirol del Sur), mientras que el nivel del río Po, que cruza de este a oeste el norte del Italia, creció dos metros, según la patronal de agricultores y ganaderos italianos Coldiretti.
En Turín, los famosos embarcaderos a la orilla del Po a su paso por el centro histórico de la capital del Piamonte se inundaron por este crecimiento en el caudal que obligó a algunos municipios de la región a elevar el riesgo hidrogeológico al nivel rojo, informaron medios locales.
Además, unos 4.500 personas, en su mayoría turistas, se encuentran aislados en el valle del Lys, al pie del Monte Rosa, después de que una avalancha afectase en la entrada de un túnel de Gaby, localidad que permanece inaccesible, junto a los municipios de Gressoney-La-Trinité y Gressoney-Saint-Jean, donde las escuelas permanecerán cerradas este lunes.
La otra zona afectada es la de Gran Paraíso, donde cerca de 2.000 personas están bloqueadas debido al cierre por precaución de la carretera regional, ya que el peligro de aludes es alto, según las mismas fuentes.
En la zona del Cinque Terre, se produjeron dos desprendimientos de tierras en carreteras provinciales que obligaron al corte de las vías, al igual que en la región de Liguria, que registró el mismo fenómeno en el entorno metropolitano de Génova.
Pero el norte del país no está siendo la única zona en la que la nieve ha hecho acto de presencia y en la isla de Cerdeña (centro, oeste), los copos cayeron en cotas inferiores a los mil metros, como en las localidades de Fonni o Dessulo, a poco más de 900 metros por encima del nivel del mar.
Cerca del monte Vesubio (Nápoles, sur), la bajada de las temperaturas registrada también tiñó de blanco el gran cono, aunque la poca intensidad de las lluvias evitó problemas en los municipios cercanos. EFE