A lo largo de la historia han salido a la luz diversos testimonios de personas que han trabajado para la Familia Real británica, aunque lo cierto es que la buena relación que, por norma, mantiene la Reina Isabel II con sus empleados, así como los estrictos contratos de confidencialidad, hacen que se conozcan, en ocasiones, años después de haber sucedido.
Por ABC
La última en sumarse a la lista ha sido la autora Wendy Holden, que en su último libro, «The Governess», recupera unos acontecimientos que tuvieron lugar cuando la monarca era todavía princesa y que vivió en primera persona Marion Crawford, la institutriz que se encargó de la educación de las por entonces princesas Isabel y Margarita hasta el día en que la Reina contrajo matrimonio con Felipe de Edimburgo.
Crawford manutvo una muy buena relación con la Familia Real británica hasta el día en que comenzó a hacer públicos detalles de lo que ocurría en Palacio de puertas hacia dentro, aunque no por ello dejó de hacerlo. Muestra de ello es la historia que ahora recoge Holden en su nueva obra, de la que se ha hecho eco el diario británico «The Sun», que ha publicado algunos pasajes de la misma.
La fallecida maestra contó que cuando la Reina Isabel II era aún una niña se dio cuenta de que padecía Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC): «Marion, cuya formación abarcaba la psicología infantil, se dio cuenta de que estaba viendo un comportamiento obsesivo compulsivo (…) Colocaba sus lápices en líneas perfectamente rectas e igualmente espaciadas. Y mostraba un comportamiento similar con sus platos de almuerzo».
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