En psicología se habla de hipersensibilidad cuando se habla de personas que son muy sensibles tanto a las críticas como a las actitudes de otras personas. Tanto es así que en muchos casos las personas hipersensibles acaban teniendo síntomas físicos como reacción emocional al rechazo.
Hay que tener claro que no es lo mismo una persona hipersensible que una persona con personalidad altamente sensible. La alta sensibilidad es una predisposición biológica.
Características de estas personas, la hipersensibilidad psicológica se define por los siguientes rasgos de la persona:
– Reacciona en exceso a los estímulos que los rodean.
– Están ancladas en el pasado, es decir su hipersensibilidad emocional se explica por su historia personal, carencias y aprendizajes del pasado. Una persona hipersensible si emocionalmente no ha tenido el soporte que lo haga fuerte y le dé las habilidades para enfrentarse al mundo adecuadamente, se verá afectado por las opiniones que cree que otros tienen de él.
– No saben gestionar sus emociones, con lo cual pueden reaccionar excesivamente ante algo y esto les conduce a que los demás les puedan criticar por su reacción y esto les cause aún más dolor.
– Son impulsivas ya que al no saber gestionar sus emociones estallen sin razonar antes.
– Les importa mucho lo que las demás personas piensen de ellos. Una no-valoración o los comentarios pueden llevarlos a sentirse atacados. Son inseguras y no saben diferenciar bien cuando alguien los ataca o alguien les hace un comentario sin ninguna intención de agredir.
– Tienen una percepción distorsionada llegando a pensar que todo lo que hacen los demás va dirigidos hacia ellos. Se sienten siempre en el ojo del huracán y esto empeora su autopercepción. Así que, en muchas ocasiones, la hipersensibilidad psicológica puede llevar a la soledad y al aislamiento por tratar de evitar estas situaciones.
– Pueden hacer uso de herramientas negativas como el chantaje emocional y agresividad al hablar.
– Han vivido experiencias negativas durante su niñez y adolescencia que no han superado, puede ser desde el divorcio de sus padres, la sobreprotección, el bullying o violencia en casa.
Tanto una persona hipersensible como una persona altamente sensible tienen en común que pueden aprender a ser más fuertes. Es verdad que las personas hipersensibles tienen dificultades para diferenciar ciertos tonos o emociones, pero, por el contrario, tienen una gran capacidad para entender los estímulos que a otros nos pasan desapercibidos. La forma en que aprendan habilidades emocionales debe ser la que mejor se adapte a cada persona.
Una persona con hipersensibilidad siempre puede buscar ayuda psicológica para que le dé las herramientas necesarias para superar diferentes problemas en su día a día, que le ayudarán a adquirir comportamientos vitales para convivir con quienes les rodean.
Tanto si se es hipersensible como una persona altamente sensible es muy importante el autoconocimiento y la gestión adecuada de las emociones. Son dos recursos muy útiles para paliar posibles malestares.