Los trueques de comida son cada día más frecuentes en las barriadas y calles de la capital mirandina ante el incremento de los precios. «Cambié un kilo de cambur por uno de los 4 kilos de arroz que me trajo el CLAP», narró Ingrid Blanco.
La situación se da en varias ciudades del país, donde los ciudadanos prefieren realizar trueques con algún tipo de comida, ya que, de recibir dinero en bolívares, no pudieran adquirirlos por el constante incremento de precios en los diferentes establecimientos comerciales, mientras se devalúa la moneda nacional.
Tras cada incremento del dólar paralelo, los empresarios fijan precios mucho más elevados, dejando al ciudadano común sin mayores opciones de compra.
Al miércoles 25 de noviembre del 2020, el dólar paralelo se ubica en 975.013,78 bolívares, a las 6:40 pm, mientras que, el salario mínimo de un trabajador común, no supera los 1.200.000 bolívares al mes.
Redacción El Tequeño