Cuando tenía 30 años, Tolentino Quintal sufrió un accidente que comprometió la movilidad de su pierna izquierda. «Me operaron y el médico me advirtió que cada 15 años debía ser intervenido», recuerda.
Pocos años después, Tino asistió a una misa de conmemoración en honor a San Antonio de Padua. «Le pedí, de hombre a hombre, que si me ayudaba vendría todos los años a agradecerle» .
Poco tiempo después dejó de sentir dolor. «Fue un milagro sin duda», asegura mientras contempla la imagen del Santo Patrono de los sanantoñeros.
Desde entonces, cada #13Jun, Tino se traslada desde la urbanización El Paso de Los Teques hasta la parroquia San Antonio de Padua en el Municipio Los Salias con su ya emblemático traje – cogulla – en el que se lee en letras doradas: «Gracias San Antonio».
Tino elabora casitas de forma artesanal que regala entre los asistentes a la misa en honor a San Antonio, pero también las vende todos los domingo en las adyacencias de la iglesia de La Candelaria, en la ciudad de Caracas.
«Las vendo para vivir, pero la verdad es que cuando las regalo siento una satisfacción enorme», aclara. Pone a disposición su número de teléfono «local porque no tengo celular» para vender sus casitas que suelen decorar los nacimientos de la mayoría de las iglesias de la zona.
Daniel Murolo