La grave crisis económica impiden a los padres y representantes adquirir uniformes nuevos y completar lo útiles para el regreso a clases. Por ello, muchos han apelado a remendar los pantalones y camisas de años anteriores para ahorrar dinero.
Prensa de Lara | Guiomar López
Los rostros de cansancio de Yilsi Arrieche y Alirio Guarecuco reflejan la preocupación de no contar con el financiamiento para comprar todo lo necesario para sus tres hijos, de los cuales uno ya estudia bachillerato. «Pues regresarán a clases con ropa usada y toca bajarle el ruedo al pantalón», admitió esta señora que disponía de apenas Bs. 100 para intentar adquirir lo más indispensable de los útiles. Provienen de Bobare y sólo tiene el ingreso de Guarecuco, quien se desempeña como vigilante y complementa sus ingresos con la siembra de piña para el sustento de su esposa y tres hijos.
Otro caso similar lo vive Maryely Fréitez, cuya madre ha tenido que pedir colaboración a la Alcaldía de Jiménez porque no tiene para uniformes ni útiles para los cinco hijos menores. «Les han regalado uniformes de segunda mano y toca resolver con útiles», señala la joven de 21 años.