En el Día Internacional de la Mujer, docentes, enfermeras, universitarias y trabajadores de la administración pública marcharon desde la avenida Bolívar de Valencia, frente al liceo Pedro Gual, hasta la Defensoría del Pueblo para consignar un documento en el que reclaman mejores condiciones de vida.
Alba Morales, del comité de Derechos Humanos para la Defensa de Jubilados, Pensionados, Adultos Mayores y Personas con Discapacidad, exigió sueldos y pensiones que les permitan cubrir el monto de la canasta básica, tal como lo establece el artículo 91 de la Constitución.
Según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), la canasta básica alimentaria en enero de 2023 se ubicó en 486,87 dólares, por lo que una familia de cinco personas necesita ganar 16,22 dólares diarios.
“Basta de discriminación, basta de pensiones de hambre y salarios de hambre. Seguimos luchando por tener una calidad de vida justa y digna, que realmente lo merecemos después de haber tenido tantos años trabajando”, manifestó Morales.
Por su parte, Carmen Álvarez, miembro de la directiva del Colegio de Enfermería en Carabobo, denunció que la política salarial de la administración de Nicolás Maduro mantiene a las mujeres y trabajadores en general en estado de decadencia.
Lamentó que el sueldo no les alcance para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y medicinas, por lo que han tenido que dejar a un lado su profesión para dedicarse a otros oficios que les permitan generar mayores ingresos económicos.
“No es justo tener un Estado que sea hambreador. Se hace llamar que está respetando a las mujeres, pero es un irrespeto continuo lo que este sistema de gobierno le ha hecho a las mujeres venezolanas (…) Hacemos magia para poder llevar comida a la casa, para poder limpiar la casa, para tener ropa limpia. La mujer de hoy hace de todo: si sabe cocinar, está vendiendo comida; si sabe hacer flores, hace cualquier artículo para salir a la calle a comer. Las profesionales, muchas de ellas se han tenido que ir a limpiar pocetas a algún centro público para poder tener alimento. La gente de este país que se ha preparado, que tiene meritocracia, ha tenido que dejar su campo de trabajo para limpiar un piso, poder llevar 5 dólares y tener comida para sus hijos”, expresó Álvarez.
Maritza Colmenares, trabajadora de la Universidad de Carabobo, hizo un llamado al Ejecutivo Nacional a asumir su responsabilidad devolverle todos los derechos y reivindicaciones que han sido violentados.
“El Gobierno nos ha igualado a hombres y mujeres a un salario de miseria. Ha igualado a hombres y mujeres a un salario de miseria”, agregó.