Este jueves los venezolanos salieron nuevamente a las calles para exigir su derecho a un salario que le sirva para cubrir sus necesidades.
«Nuestra lucha es: salario y dignidad», era la consigna de empleados del metro de Caracas, otrora medio de transporte subterráneo ejemplo en Latinoamérica.
Vecinos de la Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria también exigieron que el servicio de aseo recoja los desechos sólidos en la parroquia. Además, pidieron al régimen de Nicolás Maduro que se abocase a atender la crisis eléctrica.
Por su parte, los docentes se plantaron ante la sede del ministerio de Educación para denunciar las precarias condiciones de las infraestructuras en las que deben trabajar y por ello pararán actividades laborales en enero.