Transportadores de carga pesada que laboran a destajo al Ministerio Popular para la Alimentación de Venezuela cada semana acuden a las oficinas de la Gran Misión de Abastecimiento Soberano (GMAS) en San Cristóbal para cobrar miles de dólares que les adeudan por concepto de movilización de bolsas Clap (programa de distribución de alimentos), desde oriente y centro del país.
Alrededor de 150 transportadores se encuentran afectados con la deuda por parte del GMAS Táchira. Cada viaje desde Puerto Cabello, Valencia y Barquisimeto hasta San Cristóbal tiene un valor cercano a los 750 dólares, cuyos pagos los solían realizar en pesos colombianos, sumas que por lo general recogen entre las comunidades a donde van dirigidas las bolsas de comida.
Martín Pineda es uno de los transportadores a los que le deben 10 viajes desde abril de 2022, quien ahora tiene su vehículo de carga dañado y no tiene dinero para repararlo, pues debe invertir una importante suma de dinero.
“Nos buscan para que trabajemos y luego no nos dan respuesta, nos fuimos amontonando y aquí está la deuda”, relató el conductor.
Expuso que en años anteriores esta institución a más tardar para noviembre estaba desembolsando los pagos pendientes, pero ahora en vez de pagar se han dado a la tarea de contratar a nuevos transportadores, a quienes también les quedan debiendo.
José Durán, contó que están reclamando los viajes que les deben desde el año pasado, pues asegura que cada vez que acuden a pedir el pago les caen a mentiras, pues a él le adeudan 10 viajes, lo que equivale a más de 6000 dólares.
“En diciembre no nos dieron ni para pagar un peaje, cómo es posible que en diciembre todos los combos los vendieron, reunieron todo el dinero, ¿a dónde se fue ese dinero?, a nosotros no nos dieron ni para comprar la hoja de una hallaca”, refirió Durán.
Los transportadores de carga pesada aseguraron que le han quedado bien al presidente Nicolás Maduro y al propio gobernador del Táchira, pero a ellos no les pagaron, por lo que pasaron un fin de año caótico.
José Vera, otro chofer de tractomula pidió a las autoridades competentes que agilicen los pagos de la deuda a fin de poder seguir trabajando.
“Hoy en día nadie financia las reparaciones de nada, ni de un caucho”, señaló Gersy Armando Duque, otro chofer afectado.
Hermógenes Chacón narró que ya se están cansando de cobrar, pues a él le deben 8 viajes y su vehículo está averiado por daños en el motor. “Promesas y promesas y nunca pagan”, expresó.