El estruendo vino seguido por la oscuridad. Desde la tarde del domingo 31 de mayo, unas 192 familias permanecen a oscuras luego que un rayo impactara su edificio y quemara uno de los transformadores.
Desde aquel día, bañarse, limpiar y cocinar se ha convertido en una tarea titánica que requiere de un gran esfuerzo, «al no tener energía eléctrica no funciona la bomba y debemos cargar agua desde el tanque subterráneo por las escaleras», relata Luis Martin, habitantes de las residencias Trigo Dorado en Los Teques.
Luis vive en el apartamento 56 de la torre B, una de las más afectadas por la tormenta eléctrica. «Tuvimos la mala suerte que un rayo impactó la torre, a pesar que dio en la azotea, la fuerte descarga dañó el transformador del edificio».
Al quedar operativa una sola de las tres fases que alimentan la torre, no hay posibilidad de usar las bombas de agua, «Hidrocapital bombea una vez a la semana, se llena el tanque subterráneo del edificio pero no hay manera de enviar el líquido a los apartamentos».
Quedaron igualmente inhabilitados los ascensores y sin luz dos tercios de los apartamentos. El apagón no sólo afecta la torre B, donde hay 96 apartamentos más 7 locales comerciales, «sino también la C, en la que igualmente hay 96 apartamentos».
Los pocos vecinos que tiene luz han auxiliado a los que no, «con una extensión conectada al apartamento vecino tengo la nevera, pero hay familias que no tienen vecinos cercanos con luz y no cuentan con extensiones lo suficientemente largas», agrega Luis.
Hay familias incomunicadas porque el servicio de internet también resultó afectado a raíz de la explosión, «hay personas con problemas de movilidad por ser ancianas que no pueden subir y bajar escaleras constantemente, son 12 pisos con tres nieveles de estacionamiento, es decir, quien vive en el último piso debe subir 16 pisos».
El mismo día de la tormenta avisaron a Corpoelec, «respondieron los reportes por WhatsApp tres días después, debido a la gran cantidad de fallas eléctricas que se registraron en Los Teques ese día, vía telefónica fue que se logró tener el primer número de reporte y finalmente vinieron a revisar la falla el miércoles de la semana pasada».
Narra que la inspección reveló que se quemaron todos los fusibles que lleva el transformador, «trajeron fusibles de repuestos, los instalaron y se fundieron inmediatamente, eso ocurre porque el equipo está en corto, por lo que la única solución es reemplazarlo».
El tipo de transformador que se requiere es sumergible, que son los que se pueden instalar en sótanos que están a nivel de calle, y este modelo no los tiene Corpoelec en existencia.
Temen que les ocurra lo que ya han experimentado en otras zonas de la capital mirandina, donde una situación similar los dejó sin el servicio hasta por 8 meses.
Daniel Murolo
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