Estar en un terreno relativamente inaccesible le ha permitido conservar su encanto. Allí, te desconectaras del ruido de la ciudad y te conectaras con el encanto de la naturaleza en una caminata hasta una sorprendente cascadita oculta entre montañas y rodeada de bosque.
Quienes se han bañado en ella guardan el secreto con la esperanza de que sus encantos permanezcan protegidos, pero su popularidad aumentó en los últimos meses – producto del confinamiento por la pandemia – entre los amantes del trekking en los Altos Mirandinos.
Acceder al lugar en el que se encuentra, amerita una caminata cuya longitud depende del lugar por donde se elija entrar a la montaña que la cobija.
Los más arriesgados eligen la ruta más larga, la cual inicia en La Fragua y se extiende por más de 8 kilómetros, puro ascenso hasta las conocidas antenas.
Sólo al llegar a la segunda antena, ubicada dentro de los terrenos del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas IVIC, es que se comienza a descender hasta la cascada.
Otra ruta inicia en la vecina urbanización Club de Campo, donde algunos deciden dejar sus vehículos y ahorrarse unos cuantos kilómetros.
Sin embargo no es la ruta más recomendable al tratarse de una urbanización privada que cuenta con vigilancia que controla el ingreso de personas ajenas. Es muy posible que no le permitan entrar.
La verde montaña que domina el paisaje está zurcada por decenas de caminos, la mayoría creados por los amantes de la bicicleta de montaña, que llevan en diferentes direcciones.
«Llegar es relativamente fácil, si vienes un fin de semana seguramente te toparás con alguien que va o viene de la cascada, le preguntas y listo», reseña Pedro Vasquez, quien no falta nunca a su cita dominical con las frías aguas de la montaña.
Desde lo alto resulta difícil creer que haya una caída de agua cerca, no se observan ríos en el trayecto y sólo se escucha estando muy cerca.
Sus aguas brotan de las entrañas de la montaña y se desplazan ocultas entre árboles, lo que la hace prácticamente invisible.
La cascada tiene una altura aproximada de 9 mts y el color de las rocas hace que los destellos de agua desciendan como un hilo de plata.
A sus pies se genera una pequeña laguna en la que algunos se refrescan tras la estenuante caminata de casi 10 km. Si se sigue la ruta marcada en la piedra, se accede a un pozo un poco más grande.
Con sacos y piedra los visitantes más frecuentes lograron represar el afluente. «Es fría, pero el cuerpo la agradece tras la caminata, además inyecta energía para el retorno que es pura subida», remata Vasquez.
Recomendaciones
Llevar Kit de Elementos de Protección Personal EPP (Tapabocas, gel-antibacterial, alcohol en atomizador, gafas o careta, pañuelos desechables, bolsa para disposición de residuos personales).
Adicionalmente, se recomienda al viajero considerar medidas de autocuidado como: muda de ropa de cambio después del recorrido, botella reutilizable para hidratación y uso personal.
La caminata presenta una dificultad media por lo cual debes tener un buen estado físico
Ropa cómoda impermeable y transpirable.
El clima es templado y variable con posibilidades de lluvia. Utilice ropa que se seque rápido, no utilice ropa de algodón.
Botas o calzado con suela de buen agarre y que proteja el tobillo. No estrene calzado en una caminata.
Sombrero o gorra, bloqueador solar.
Un bastón de marcha es útil para mantener buen equilibrio.
Lleve sus medicamentos personales.
Llevar por lo menos 1 litro de agua para hidratarse durante el camino.También llevar algunos snacks como barras de cereal, bocadillos, frutas, y frutos secos.
Y lo más importante: recuerda llevarte de vuelta toda la basura que generes.
Daniel Murolo #ConexionLosSalias