Trinidad y Tobago está solicitando al gobierno de Estados Unidos que modifique los términos de una licencia que autoriza la explotación conjunta con Venezuela de un prometedor yacimiento de gas en alta mar, según informó el jueves el ministro de Energía del país caribeño.
Por Mariana Párraga / Reuters
En enero, Estados Unidos concedió una autorización de dos años a Trinidad y Tobago y a un grupo de empresas entre las que figuraban la petrolera estatal venezolana PDVSA y la anglo-holandesa Shell para reactivar un proyecto inactivo que podría ayudar a Trinidad y Tobago a impulsar el procesamiento y la exportación de gas a sus vecinos.
Sin embargo, la autorización estadounidense para el proyecto Dragon, cerca de la frontera marítima entre las dos naciones, prohíbe cualquier pago en efectivo al venezolano Nicolás Maduro o a sus empresas estatales.
El primer ministro trinitense, Keith Rowley, y el ministro de Energía, Stuart Young, se reunieron el mes pasado en Washington con la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, para explicarle los cambios propuestos. En parte, están relacionados con los términos financieros, dijo Young a Reuters al margen de la VII Cumbre Internacional de Energía en Miami.
“Todavía hay que hacer algunos cambios que estamos persiguiendo. Pero eso siempre forma parte de unas negociaciones energéticas muy complicadas y sofisticadas”, dijo el ministro. No quiso dar más detalles.
PDVSA, el Palacio de Miraflores, la Casa Blanca y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Se espera que Trinidad y Tobago y Venezuela se reúnan de nuevo este mes para comenzar a discutir los términos comerciales de Dragon. Ambas partes firmaron acuerdos confidenciales y empezaron a discutir aspectos técnicos en reuniones anteriores.
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