EE.UU. se convirtió en uno de los países más débiles del planeta en los dos años desde que el presidente Joe Biden llegó al poder, afirmó este sábado su antecesor en el cargo, Donald Trump.
«Hace dos años éramos tan fuertes, tan poderosos, tan respetados por todo el mundo y ahora hemos pasado a ser quizás los más débiles, sobre todo si incluimos el reconocimiento y el respeto del mundo. Ya nos somos respetados por nadie«, expresó Trump durante la cumbre de acción estudiantil Turning Point USA en la ciudad de Tampa, Florida. «[La autoridades actuales del país] viven bajo la filosofía de siempre poner EE.UU. en último lugar», criticó.
Según el exinquilino de la Casa Blanca, durante su mandato EE.UU. era un país «independiente» e incluso «dominante» en lo que se refiere a la energía. «Estábamos a punto de superar a Arabia Saudita y Rusia juntas multiplicadas por dos», aseguró.
«Ahora somos una nación mendiga. Somos una nación mendiga con Biden arrodillado rogando energía por todo el mundo, yendo a Venezuela, a Arabia Saudita», dijo.
El exmandatario destacó que durante su presidencia el país no registró niveles tan disparados de inflación. «Bajo nuestra Administración, tuvimos la mejor economía en la historia del mundo», dijo Trump, precisando que se refería principalmente al período prepandémico. «Con Biden tenemos la inflación más alta en 41 años, el 9,1 %, aunque creo que es mucho más alta que eso», agregó.
Asimismo, opinó que su sucesor debilitó al país militarmente y «cedió» el poder estadounidense, sobre todo en el «momento más humillante en la historia de EE.UU.», como calificó a la retirada de las tropas norteamericanas de Afganistán.
Además, sostuvo que los ciudadanos estadounidenses en la práctica ya no tienen derecho a la libertad de expresión. «Tenemos una cultura de la cancelación. Tenemos medios de comunicación de bulos que cubren ciertas noticias de manera incorrecta», lamentó.
«Somos una nación que, en muchas cosas, se convirtió en una broma y somos un país que es hostil hacia el atrevimiento, la libertad y la fe», dijo Trump. «Pero no permitiremos que esto dure», concluyó.