Estados Unidos comenzó el envío de su ayuda económica y militar a Ucrania, por un valor de 800 millones de dólares, la cual fue anunciada el pasado miércoles luego de una conversación telefónica entre Joe Bien y Volodymyr Zelensky.
El envío incluye algunos de los equipos “muy eficaces que ya hemos entregado” a Ucrania, pero también “nuevas capacidades”, entre las que destacan “sistemas de artillería”, drones Switchblade y “medios de transporte blindados”, precisa el gobierno, que asegura haber dado luz verde al envío de helicópteros adicionales.
Estos drones permitirían a las fuerzas de Kiev equilibrar la superioridad rusa en lo que se anuncia como la batalla decisiva del conflicto, en el este de Ucrania.
Las tropas de Ucrania ya había recibido de Gran Bretaña una importante cantidad de misiles antitanque Nlaw y Javelin, que parecen haber tenido un rol decisivo en contener la avanzada de los rusos, pero este nuevo dron suicida estadounidense podría inclinar aun más la balanza a favor del país invadido.
Los drones Switchblade, fabricados por la compañía norteamericana AeroVironment, también conocidos como “drones kamikaze” o “misiles suicidas”, que gracias a su tamaño ligero -similar al de una baguette- cuentan con una gran precisión y son más sutiles que, por ejemplo, los misiles antitanque Javelin, también suministrados por las fuerzas norteamericanas.
Hay dos modelos de estas “municiones de merodeo”. Los Switchblade 300 son los más pequeños y caben en una mochila. Miden unos 30 centímetros, pesan casi 2,5 kilogramos, y se lanzan desde un pequeño tubo parecido a un mortero. Con un ataque de precisión con munición avanzada, cuentan con un alcance de 10 kilómetros y una autonomía de 15 minutos. Su velocidad de crucero es de 101 kilómetros por hora, y la de carrera asciende a 161 kilómetros por hora. Operan a una altitud menor a los 152 metros.
Su ojiva, del tamaño de una granada, es eficaz contra vehículos no blindados y grupos de tropas; no puede penetrar el blindaje de los tanques.
El otro modelo son los Switchblade 600. Con relación a los anteriores, son más grandes y efectivos contra objetivos blindados: pesan unos 22,5 kilogramos y miden 1,3 metros. Cuentan con ataque de precisión con ojiva antiblindaje, lo que lo hace útil contra vehículos. Tienen una altitud de funcionamiento menor a los 200 metros, su alcance es de 40 kilómetros, y la autonomía de vuelo asciende a 40 minutos. Las velocidades de crucero y de carrera son de 113 y 185 kilómetros por hora, respectivamente.
Ambos modelos se manejan con una tablet, pueden ser configurados en minutos y, según AeroVironment, pueden burlar con facilidad las defensas aéreas rusas porque son difíciles de detectar por un radar.
Si bien las autoridades norteamericanas no detallaron qué modelo será enviado a Ucrania, se presume que serían los primeros, los Switchblade 300. Estos pueden ser muy importantes para las fuerzas ucranianas a medida que las ciudades del país son cada vez más sometidas a fuertes bombardeos de artillería.
Un artículo publicado por The Economist cita a Nick Reynolds, analista de Rusi, un centro de estudios de defensa británico, que explica que ese tipo de drones pueden utilizarse en particular contra las baterías de artillería, ya sea de cañones o de lanzacohetes, ya que se trata de objetivos más “blandos” que los tanques.
Robert Bunker, director de investigación y análisis de c/o Futures, una consultora de seguridad de California, agrega que la precisión que ofrece Switchblade permite centrarse en objetivos de gran valor: no solo los de artillería, sino también en cuarteles generales y vehículos de mando de las unidades de artillería.
La visión de cerca que ofrecen la cámara óptica y la cámara térmica de infrarrojos que se encuentran a bordo de la nave permite elegir los objetivos con especial cuidado y precisión. El video de estos sensores, así como la información del GPS y el procesamiento de imágenes, se utilizan para guiar el drone. Switchblade también está diseñado para recibir información de orientación de otros drones, lo que le permite seguir y encontrar objetivos seleccionados. Esto lo convierte en un arma entre muchas otras que pueden dirigirse contra un objetivo con la información proporcionada por otros drones.
Además, si el operador se da cuenta de que ha cometido un error mientras el drone se acerca, o incluso observar que hay civiles cerca, puede suspender el ataque y desviar el drone hasta que se identifique otro objetivo. Esta es una ventaja que tienen los Switchblade respecto a otro tipo de merodeadores, como los drones armados. Por ejemplo, los Bayraktar tb2, portadores de misiles procedentes de Turquía, ayudaron a Ucrania a establecer su defensa en las primeras fases de la guerra. Sin embargo, tienen el tamaño de un avión ligero y necesitan una infraestructura de apoyo considerable, como pistas de aterrizaje e instalaciones de reabastecimiento.
Un Switchblade, por el contrario, puede ser transportado en una mochila (tiene el tamaño de una baguette) y ser desplegado cuando se necesite. También es más barato, más fácil de distribuir y puede ser operado con una formación mínima.
“[A diferencia de] los dispositivos radiocontrolados, el operador no pilota la aeronave, simplemente indica lo que quiere mirar, lo que quiere que apunte la cámara, y el ordenador de a bordo vuela la aeronave hasta ese punto y se mantiene en el objetivo”, explicó Steve Gitlin, director de marketing de AeroVironment, a The War Zone en 2020. “Tenemos una capacidad similar en nuestros sistemas tácticos de aviones no tripulados. Podrías fijar un objetivo y la aeronave básicamente mantendría la posición sobre ese objetivo, de forma autónoma.”
LA AYUDA ESTADOUNIDENSE
Hasta ahora Estados Unidos se había mostrado reacio a entregar el equipo pesado que le pedían los ucranianos, alegando que esto solo alimentaría más la tensión entre Washington y Moscú, con el riesgo de que se considerara a los estadounidenses como parte involucrada en la guerra. Sin embargo, la Casa Blanca parece abandonar la distinción que hacía entre la entrega de equipos “defensivos”, que autorizaba, y los “ofensivos”, que se negaba a suministrar.
Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania la mayor parte de la ayuda militar internacional recibida por Kiev en los últimos meses. El monto total de la ayuda otorgada, antes del anuncio de este miércoles, alcanzaba los 2.400 millones de dólares (2.206 millones de euros).
Según una lista publicada la semana pasada por la Casa Blanca, hasta ahora Estados Unidos ha proporcionado o prometido a Ucrania 1.400 sistemas antiaéreos Stinger, 5000 misiles antitanque Javelin, otras 7.000 armas antitanque, cientos de drones kamikazes Switchblade, 7.000 fusiles de asalto, 50 millones de balas y municiones, 45.000 lotes de chalecos antibalas y cascos, cohetes guiados por láser, drones Puma, radares antiartillería y antidrones, vehículos blindados ligeros, sistemas de comunicación segura y protecciones antiminas.