Unos de los dos drones que atacó Moscú en las primeras horas del lunes cayó en las proximidades de una universidad militar, en una zona de la capital donde se encuentran varios edificios del Ministerio de Defensa de Rusia.
El aparato cayó junto al número 17 de la avenida Komsomolski, causó la rotura de cristales en al menos dos comercios. Un grupo de obreros despejaron los cristales rotos de la zona, que fue acordonada por la policía.
El tráfico por la Komsolmolski, que fue suspendido tras la caída del dron, ya se ha reanudado y fluye con normalidad.
Según el investigador de BellingCat Christo Grozev, en el sector donde se estrelló el dron se encuentran varios edificios de la Dirección de Inteligencia Militar del Ministerio de Defensa de Rusia.
En segundo aparato cayó en la avenida Lijachov, en un centro de negocios en construcción, y reventó cristales en las plantas 17 y 18 en una superficie de 50 metros cuadrados.
Según dijo a la AFP una fuente ucraniana de Defensa, que pidió el anonimato, el ataque contra Moscú fue “una operación especial del GUR”, los servicios de inteligencia militar ucranianos.
“Hoy, alrededor de las 04.00 (01.00 GMT), se registraron ataques con drones en dos edificios no residenciales. No hubo daños graves ni víctimas”, señaló el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, en su canal de telegram.
Previamente, el Ministerio ruso de Defensa había asegurado haber frustrado “un intento del régimen de Kiev de perpetrar un ataque terrorista con dos aparatos aéreos no tripulados contra instalaciones en el territorio de Moscú”.
Indicó que “los dos drones ucranianos fueron inhibidos por medios de la guerra electrónica y se estrellaron”.
El departamento que dirige Serguéi Shoigú aseguró que, como resultado del “ataque terrorista reprimido”, no hubo víctimas.
El último intento de ataque contra Moscú se produjo el pasado 4 de julio, cuando Defensa aseguró haber frustrado un atentado terrorista con cinco drones lanzados por Ucrania contra Nueva Moscú, distrito administrativo de la capital rusa, y la región de Moscú.
Previamente, Rusia informó el 21 de junio del derribo de tres drones que intentaban atacar instalaciones en la región de Moscú.
Dos de los ataques más sonados contra la capital rusa que sí prosperaron se produjeron en mayo, uno contra varios edificios de viviendas que causó “daños menores” y otro contra la cúpula del Palacio del Senado, que forma parte del complejo del Kremlin en la plaza Roja.
Este ataque en Moscú se suma a los registrados desde hace una semana en Crimea, una península anexada por Moscú, y en el sur de Ucrania, donde se acentuaron las tensiones después de que, el pasado lunes, Rusia decidiera retirarse de un acuerdo para exportar grano ucraniano por el mar Negro.
En Crimea, un bombardeo ucraniano con drones alcanzó un depósito de municiones, en el distrito de Dzhankói, en el norte de la península anexada, informó este lunes el gobernador ruso Serguéi Asksionov.
Se evacuó temporalmente a la población en un radio de 5 km alrededor del depósito, precisó. También se suspendió la circulación ferroviaria durante unas horas, y más tarde fue restablecida.
Según el ejército ruso, 14 drones ucranianos fueron neutralizados en Crimea con equipos de interferencia y otros tres, por la defensa antiaérea.
(Con información de EFE y AFP)