El ejército ucraniano anunció este lunes la liberación de la localidad de Torske, en Donetsk, una de las cuatro regiones ocupadas que Rusia se ha anexionado.
El portavoz del Grupo Oriental de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Serhiy Cherevaty, hizo el anuncio en un programa de la televisión ucraniana e indicó que el ejército continúa estabilizando también la zona de Lyman, importante ciudad de la misma región capturada este fin de semana.
En la zona de Lyman, dijo Cherevaty, las fuerzas ucranianas están capturando a soldados rusos rezagados e intentan eliminar las minas en un territorio que, como dijo, “está muy minado”.
El Ejército ruso sufrió el sábado su segunda gran derrota en el este de Ucrania en menos de un mes tras retirarse del bastión prorruso de Lyman, en la región de Donetsk, veinticuatro horas después de anexionarse esa y otras tres regiones del este y sur del país vecino.
Respondiendo a una pregunta sobre las informaciones de que se cercó a un gran número de soldados rusos en dirección a Lyman, Cherevaty dijo que “algunos de ellos fueron destruidos físicamente, algunos fueron capturados y algunos pudieron irse en columnas o pequeños grupos”.
Respecto a estos soldados, el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia dijo el sábado que “debido al riesgo de ser cercados, las fuerzas aliadas han sido retiradas de la localidad de Lyman hasta posiciones más ventajosas”.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodomir Zelensky, anunció hoy la liberación de dos asentamientos en la región de Jerson, otra de las zonas ocupadas que Rusia ha decidido anexionarse: Arkhangelsk y Myrolyubivka.
Según el último informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (EEUU), las fuerzas ucranianas lograron avances continuos alrededor de Liman, en la región de Donetsk, y han atravesado las posiciones defensivas rusas en el noreste de la región de Khersón.
En un discurso transmitido por televisión, cargado por un tono altamente nostálgico por la disolución de la Unión Soviética, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció la anexión de los territorios ocupados de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia.
Durante un simbólico acto en el Kremlin, y en presencia de la élite política del país, Putin ha dado un nuevo paso en su ofensiva sobre Ucrania, haciendo caso omiso de las advertencias de los gobiernos occidentales y de la ONU, que cuestionan la validez legal de esta anexión.
El mandatario ruso dijo que los habitantes de las regiones ucranianas anexadas serán “nuestros ciudadanos para siempre”.
“Los habitantes de Lugansk y Donetsk, Kherson y Zaporizhzhia se convierten en nuestros ciudadanos para siempre”, afirmó Putin ante la élite política del país. “La gente votó por nuestro futuro común”, agregó.
“Firmamos hoy un acuerdo sobre la integración” de esas regiones a Rusia, declaró Putin ante miembros del gobierno, diputados y senadores y otros representantes del Estado ruso.
El mandatario se ha retrotraído a la época soviética y ha apelado a la tradición para defender que, fuera de Rusia, hay quienes quieren “volver a su patria histórica”.