Actualmente la crisis ha profundizado la ignorancia sexual en la juventud venezolana, causando la propagación de enfermedades de transmisión sexual y embarazos precoces que desafortunadamente son atendidos en hospitales que no poseen los recursos necesarios.
Hoy en día la desinformación ha afectado a estudiantes de todas las instituciones, sin importar la situación económica en la que se encuentre cada familia de los Altos Mirandinos. Adolescentes entre 13 y 19 años de edad, visitan el hospital Victorino Santaella (Los Teques) diariamente para recibir un control prenatal, mientras que los entes educativos tanto privados como públicos, no presentan charlas para prevenir éstos desafortunados casos.
“En mi última guardia tuve una paciente de 13 años en trabajo de parto, y su madre también estaba embarazada” expresó la ginecóloga obstetra, Karol Bello @bitacora.femenina , quien alarmada por la situación en la que se encuentra la educación sexual de los jóvenes mirandinos, explicó que los hospitales no pueden ofrecerle la atención necesaria a la embarazada, trayendo consigo, más riesgos de lo habitual. Además, los altos costos de los análisis y ecos que requieren, varían entre los 100 y 200 mil Bs, cifras que duplican el salario mínimo.
La mayoría de estas jóvenes no pueden mantener al bebé, y sufren más complicaciones a la hora del parto. Sin embargo, el interés por informarse no nace ni por parte de la juventud, ni por parte de las instituciones, quienes logran que Venezuela se posicione como el tercer país de Latinoamérica con más embarazos precoces, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Por otra parte, la participación del Estado es totalmente adversa a lo que necesita la población juvenil de los Altos Mirandinos, generando campañas para que las chicas se sientan seguras y apoyadas al estar encinta, ya que les ofrecen distintos bonos para su protección y la del bebé.
“El gobierno está más pendiente del parto humanizado que de decirle a los jóvenes que los anticonceptivos existen”indicó con molestia Bello, que ha sufrido las terribles consecuencias de la falta de charlas y grupos que concienticen sobre mantener una vida sexual saludable, y asegura que los bonos no alcanzan ni para la realización de un simple eco.
Dichos bonos, van desde los 26 mil hasta los 50 mil Bs, y son entregados a través del carnet de la Patria, incitando a la mujer venezolana a tener una vida reproductiva activa cuando la situación país no brinda los medios posibles.
En suma, las pastillas anticonceptivas varían entre los 64 mil y los 100 mil Bs, cifras que alcanzan y sobrepasan nuevamente, el salario mínimo. Mientras que, los trabajadores de las farmacias, comentan preocupados que las pastillas del día después (postinor) son compradas diariamente, casi como un anticonceptivo habitual y no de emergencia.
“El índice de VPH en los Altos Mirandinos es altísimo” comentó con suma preocupación Bello, que, como obstetra de un hospital, le ha tocado ver adolescentes fallecer en salas de parto por no cuidarse adecuadamente durante la gestación, estima en 60 % la población joven que tiene el virus.
El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la enfermedad de transmisión sexual más común que existe, lamentablemente, la ignorancia en todos los ámbitos de la sexualidad ha causado que una gran cantidad de jóvenes comiencen una vida sexual activa sin las prevenciones necesarias, alarmando a las familias venezolanas.
De igual importancia, el auge de las redes sociales no ha sido utilizado de la mejor manera para mantener a la juventud informada. La ginecóloga, Karol Bello, explicó que los medios de comunicación deben fomentar el uso de preservativos en todo momento, para que los jóvenes adopten esos comportamientos fácilmente, pero, sucede lo contrario, nos encontramos con contenido mucho más explícito pero carente de información. Esto nos lleva a un ciclo sin fin de atrasos sociales y desconocimiento sexual.
Daniela Medina
