Los españoles están consternados con el caso de un adolescente de 15 años que asesinó a sangre fría a sus padres y a su hermanito de 10 años, luego de una discusión familiar a raíz de sus malas notas en la escuela.
Investigadores del crimen manifestaron su sorpresa por la falta de remordimientos que notaron al interrogar al joven, tras confesar su crimen.
Los especialistas describieron al victimario como un chico tímido y retraído que meses antes era un alumno ejemplar, pero luego de volverse adicto al Fortnite, su conducta cambio, al punto que su rendimiento escolar se vino a pique.
Por esa razón, sus padres discutieron con él y le prohibieron el uso de internet, castigo que propició el abominable hecho.
La última de las discusiones con su madre, de 52 años, llevó a “Santi” a buscar la escopeta de caza que sabía que había en casa, ubicada en una pedanía, La Algoda, de Elche. Cargó el arma, volvió a casa y se encaró a la madre. Ella estaba en el comedor. Le disparó dos tiros. Acabó con su vida. Las detonaciones alertaron a su hermano, que acudió al saló. Lo mató. También de dos disparos. El chico tenía 10 años.
Su padre, de 50 años, no estaba en casa. Estaba trabajando en la finca; se dedicaba al campo. Santiago esperó. Cuando el papá abrió la puerta, le disparó. Otros dos tiros. Según la reconstrucción de los hechos, el hombre alcanzó a decirle a su hijo: “Pero qué haces”. Santi lo remató de un tiro en la cabeza.
Siete disparos
Los vecinos no oyeron nada. Las casas de esas zonas están muy alejadas entre sí. Los vecinos especulan. Hay quienes dicen -según publica el diario El Comercio- que el adolescente sólo disparó al padre, que a su madre y a su hermano los mató a cuchilladas. Pero los investigaciones policiales lo tienen claro: disparó siete veces. No hay duda.
Tras el crimen, el joven trasladó los cadáveres de su familia a un cobertizo y estuvo tres días conviviendo con ellos. Hasta el viernes pasado, cuando su tía se presentó en casa porque no sabía nada de sus familiares. Cuando le preguntó por ellos, el chico respondió de forma directa que los había matado.
La tía -en un primer momento trascendió que había sido una vecina- llamó a la Policía Municipal. Y estos, a la Unidad de Delincuencia Económica y Violenta de la Policía Nacional en Elche, que lleva el caso.
Santi fue detenido y trasladado a Comisaría. En el primer interrogatorio confesó. Pasó la noche en un calabozo habilitado para menores de edad. El domingo fue puesto a disposición judicial. El juez lo ha enviado a un centro de menores, donde se ha decretado régimen cerrado. No puede salir del centro.