Los restos de un esqueleto nos han dado la bienvenida a la morgue del condado en Tucson. Esa osamenta no tiene nombre, no tiene nacionalidad, no tiene sueños, y fue rescatada en el desierto de Arizona, lo único que se sabe es que intentaba pasar ilegalmente a Estados Unidos, y en el camino no pudo más.
4.177 personas han intentado cruzar este inhóspito territorio
Está es la realidad de más de 4.177 personas que han intentado, desde el año 2000, como muchos, pasar por este inhóspito territorio y no lo lograron porque son días de recorrido, que sin hidratación adecuada y sin conocer el terreno, guiados por indicaciones de “coyotes” que lo único que quieren es el dinero y no el logro de objetivos.
Los “coyotes” lo llaman “agencias de viaje” y hasta limosinas son capaces de ofrecerte como medio de traslado si esperas “pacientemente” debajo de un árbol por horas la muerte.
Hay dos grupos de personas que pasan la frontera, los que quieren ser detectados para pedir asilo y los que se camuflan porque no les interesa el trámite legal.
La mayoría de los migrantes, por este lado de la frontera, son de México, Guatemala, Ecuador, Colombia y El Salvador, pero también hay venezolanos.
La principal causa de muerte de los que se atreven a atravesar este desierto es por causas ambientales, el extremo calor, la deshidratación y el cansancio, le ganan a la voluntad del sueño americano.
Fronteras Compasivas cuenta 48 puntos de hidratación
Gente como Fronteras Compasivas tienen 48 puntos de hidratación para aquellos que hagan camino por ese desierto, intentando dar un apoyo humanitario que muchas veces no es suficiente, y además es objeto de ataques por parte de paramilitares de extrema derecha antimigrantes, que son capaces de dañar los tanques para que los caminantes no reciban este auxilio.
Las iglesias en Estados Unidos ayudan a recibir a aquellos que logran atravesar el desierto. Casa Alitas tiene un trabajo muy noble, con poco apoyo de recursos, pero con mucho voluntariado y nobleza, pero el riesgo real es no poder llegar a recibir esa ayuda, porque en el camino, la única realidad es que la muerte acecha de manera permanente.
Algunos defensores de Derechos Humanos, como Dora Rodríguez afirman que todo lo que al final sucede en ese desierto es una política, que tiene como objetivo escarmentar a quienes pretenden entrar ilegalmente a Estados Unidos, y lo que sucede ahí lo llama “genocidio”.
Agentes con los equipos más sofisticados para la detección de migrantes
En Tucson hay 3000 agentes con los equipos más sofisticados para la detección de migrantes, que dicen respetar los Derechos Humanos, y aunque las ONG dicen que migrar es un derecho, los agentes de la Patrulla Fronteriza afirman que es un derecho migrar legalmente, y que lo otro es un delito.