Ganar una batalla por la supervivencia requiere comprender al oponente. Y, para los pueblos de 22 naciones y territorios insulares diseminados en más de 155 millones de kilómetros cuadrados del océano Pacífico, la volatilidad y la furia del clima son sus mayores amenazas.
La región alberga a tres de los países más propensos a sufrir desastres del mundo, mientras que ocho se encuentran entre los que sufren las mayores pérdidas de producto interno bruto (PIB) relacionadas con desastres.
Pero los tomadores de decisiones en todos los niveles en la región están lidiando con una falta de información confiable y detallada sobre las conexiones entre los extremos climáticos y los cambios que ocurren en sus islas.
En un intento por colmar el déficit de datos, la principal organización científica regional, la Comunidad del Pacífico (SPC), está encabezando un nuevo proyecto, llamado Digital Earth Pacific (DEP), para capturar amplia información satelital sobre el cambio climático y los desastres naturales en la región.
«Esta es una verdadera primicia para el Pacífico y aportará un valor increíble a la región, que es tan vasta, pero administrada por un pequeño número de personas sobrecargadas en nuestros gobiernos miembro», dijo a IPS Stuart Minchin, director general de la Comunidad del Pacífico en Noumea, Nueva Caledonia.
“Digital Earth Pacific ofrece una solución a la tiranía de la distancia con la que nuestra gente del Pacífico tiene que vivir todos los días, permitiendo que los satélites operativos de observación de la Tierra ayuden en el seguimiento y la gestión del vasto Continente Azul del Pacífico”, continuó.
Los satélites proporcionan una valiosa cronología de imágenes, pasadas y presentes, de las formas en que el cambio climático y los desastres naturales están afectando las costas, la cobertura forestal, los centros de población y la producción de alimentos.
Las islas del Pacífico albergan a unos 12,7 millones de personas y los desastres naturales están provocando pérdidas medias anuales de alrededor de 1070 millones de dólares, informa la Agencia Australiana de Ayuda.
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Digital Earth Pacific, lanzado por la Comunidad del Pacífico en octubre del año pasado, tiene como objetivo detener esa tendencia.
Para ello, establecerá una infraestructura pública digital de gran alcance que brinde a los líderes nacionales, los tomadores de decisiones, los encargados de formular políticas y los ciudadanos, incluidos los agricultores y las comunidades locales, un fácil acceso a información actualizada derivada de satélites.
Además, equipará a los isleños para tomar mejores decisiones en todos los ámbitos, desde la construcción de infraestructura resistente al clima hasta la siembra de cultivos.
El proyecto sacará provecho de la abundancia de información científica de Planetary Computer de Microsoft y la tratará como “bienes públicos” para ser utilizados por quienes los necesiten.
Ahora se encuentra en las últimas etapas de la primera fase de desarrollo, y ya se han logrado avances significativos en la instalación de la infraestructura digital y el diseño de productos y aplicaciones.
Minchin dijo que habían capturado «el cambio de costa, los manglares y los recursos de agua superficial, y cada uno de estos productos está disponible para cada isla, atolón y roca en todo el Continente Azul del Pacífico».
Sin embargo, esto es solo “el comienzo, con una importante cartera de otros productos en desarrollo, que brindarán a la región no solo una visión histórica de cómo estos problemas han impactado las áreas locales, sino una herramienta de monitoreo operativo continuo que se actualizará periódicamente con nuevas observaciones satelitales”, explicó Minchin.
El desarrollo de productos y servicios se ha basado en amplias consultas con los países insulares del Pacífico.
«Las conclusiones de las consultas dieron al proyecto una muy buena indicación de qué tipo de datos de referencia faltan y dónde pueden encajar las observaciones de la Tierra para una toma de decisiones acertada», dijo a IPS Sachindra Singh, líder del equipo de geoinformática de la División de Geociencia de la Comunidad del Pacífico en Suva, Fiji.
No hay nación insular del Pacífico que no haya sufrido el golpe de ciclones devastadores, la corrosión despiadada de la tierra por el mar o las penurias humanas cuando las necesidades de alimentos y agua disminuyen peligrosamente ante las sequías o la contaminación del agua salada.
Este siglo, el Pacífico enfrenta un pronóstico de implacables aumentos de temperatura, lluvias extremas e inundaciones que amenazan con la destrucción de cultivos y un aumento de enfermedades humanas, como estrés por calor y fiebre del dengue, informa el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
Ciclones más destructivos y el aumento del nivel del mar provocarán pérdidas y daños continuos a ciudades, pueblos y servicios básicos, por ejemplo, agua, saneamiento, energía y carreteras.
En los últimos años, la región ha sufrido pérdidas y daños exorbitantes debido a los ciclones. En 2015, el ciclón Pam le costó a Vanuatu u$s 449,4 millones, mientras que el ciclón Winston, que azotó Fiji en 2016, causó daños por valor de u$s 600 millones.
Las naciones insulares del Pacífico no pueden permitirse las crecientes consecuencias económicas de los desastres climáticos.
Especialmente porque «los países de la región del Pacífico comúnmente enfrentan un bajo crecimiento del PIB, una alta dependencia de subvenciones y préstamos externos y un subdesarrollo de infraestructura resistente a los desastres, el impacto económico de los desastres naturales tiende a ser mayor que en otras economías emergentes y de bajos ingresos comparables”, informa el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por lo tanto, el nuevo proyecto digital es una herramienta esencial para la prevención, que garantiza que los isleños puedan actuar eficazmente antes de que ocurra el próximo desastre y construir vidas que sean resilientes a los excesos climáticos en las próximas décadas.
En esta etapa, el proyecto tendrá productos operativos listos para usar en 2024.
«Se puede acceder fácilmente a toda esta información a través del sitio web de Digital Earth Pacific en un visor fácil de usar», comentó Singh.
Los usuarios pueden entonces “identificar cómo han cambiado sus costas con el tiempo, qué áreas de sus islas son propensas a inundaciones o han enfrentado históricamente sequías. Podrán identificar cómo se recupera la salud de sus manglares después de un ciclón tropical severo y monitorear el progreso de los esfuerzos de replantación a lo largo de los años”, continuó.
Uno de los principales beneficiarios serán las Islas Cook, un grupo autónomo de 15 islas, incluidos atolones de coral bajos, ubicado entre Tonga y la Polinesia Francesa.
Tiene una población de aproximadamente 17 500 personas que viven en una superficie total de islas de 240 kilómetros cuadrados. Aquí, la gente se enfrenta a tierras limitadas para la producción de alimentos, una población en crecimiento y recursos hídricos limitados. Y, de noviembre a abril de cada año, el país está expuesto a ciclones tropicales.
John Strickland, director de Gestión de Emergencias de las Islas Cook, dijo a IPS que el país es particularmente propenso a ciclones, inundaciones, marejadas y sequías.
«Con 30 años de datos satelitales recopilados a través de Digital Earth Pacific… tenemos imágenes de cómo la zona costera de las Islas Cook se ha visto afectada por el cambio climático, indicando también observaciones del agua durante las inundaciones», dijo Strickland.
“Con los datos obtenidos, esto ayudará a las Islas Cook en la planificación futura para garantizar que las áreas costeras y bajas afectadas por las inundaciones sean capturadas y monitoreadas. Nos brindará la capacidad de informar sobre las áreas afectadas y pronosticar, en el futuro, las zonas que son vulnerables durante un desastre”.
La Comunidad del Pacífico también cree que el acceso a los datos ayudará al crecimiento económico al informar una mejor inversión y planificación por parte de las industrias y empresas locales.
Para hacer realidad un plan de infraestructura tan masivo se necesitará una inversión igualmente considerable. Y la Comunidad del Pacífico está actualmente buscando donantes y socios que ayuden a que la visión se haga realidad.
“Ya hemos recibido un fuerte apoyo de la Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera (NOAA, en inglés), los gobiernos de Reino Unido y Nueva Zelanda y la Fundación Patrick J. McGovern, lo que nos permite desarrollar la capacidad de Digital Earth Pacific durante el primer o segundo año de operación. y estamos muy agradecidos por este apoyo hasta la fecha”, dijo Minchin.
Pero enfatizó que el apoyo financiero y técnico continuo es vital en los próximos años.
En última instancia, el objetivo de la Comunidad del Pacífico es dar a los isleños el poder de forjar vidas sostenibles, limitar la pobreza relacionada con el clima, reducir la exposición fiscal y conservar su soberanía.
T: MLM /ED: EG
IPS