Desde la aprobación de la reforma de pensiones, el mandatario francés ha sido recibido en varias ocasiones entre el ruido de ollas y silbatos para expresar su rechazo a la medida.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se enfrentó una vez más al descontento de algunos ciudadanos aún molestos por la aprobación de la reforma de pensiones sin votación en la Asamblea Nacional.
“Usted dice muchas tonterías todos los días, y lo hace desde hace cinco años”, expresó este jueves Fabrice Schlegel, un exrepresentante local de los chalecos amarillos, al dirigirse a Macron durante una visita sorpresa que realizó el mandatario a un mercado de la ciudad de Dole. “Nos ha engañado durante cinco años. Aún le quedan cuatro años. Ese es el juego, esa es la democracia, usted fue electo. Los franceses han hecho el ridículo“, continúo.
Además, cuestionó al mandatario por el “déficit colosal”, el “gasto público”, y lo acusó de haber “matado la función hospitalaria, la medicina local”.
Durante la visita, el presidente abordó con los residentes del lugar el tema de las jubilaciones, el poder adquisitivo y la salud, mientras sus opositores lo esperaban más adelante, en el departamento de Doubs.
Desde la aprobación el mes pasado de la controvertida reforma de pensiones, que aumenta la edad de jubilación de 62 a 64 años, el jefe de Estado ha sido recibido en varias ocasiones entre el ruido de ollas y silbatos para expresar su rechazo a la medida por parte de los pobladores.
