Un grupo de jóvenes de la comunidad Potrerito I se organizaron para «meterle una manito» a la cancha deportiva Wuilliams Martínez, ubicada en ese sector popular.
Realizaron labores de desmalezamiento y pintaron los tableros de baloncesto con recursos propios, pero solicitaron colaboración de entes públicos o privados que puedan aportar para las reparaciones e implementos deportivos para que puedan utilizar el espacio cuando la cuarentena sea flexible.
«Hace tiempo que nadie le da un cariñito a esta cancha que usamos muchísimas personas, sobre todo chamos y niños, ni la Alcaldía ni nadie se avoca a esto y tampoco hablamos de una gran inversión, es cuestión de voluntad», expresó uno de los voluntarios.
Aseguraron que empezarán a usar los espacios porque no cuentan con otros lugares para hacer deporte, pero corren riesgo de lesiones debido a las irregularidades en el suelo, daños en muros y rejas rotas.
Redacción El Tequeño