Habitantes del sector La Cascarita denuncian una situación que consideran insostenible: la contaminación sónica que afecta su calidad de vida cada fin de semana. A pesar de múltiples denuncias, el problema persiste y parece agravarse.
Los vecinos reportan que, especialmente los viernes, sábados y domingos, el sector se convierte en un punto de reunión para fiestas ruidosas que se extienden hasta altas horas de la madrugada.
Estas actividades incluyen niveles de ruido excesivos, consumo de bebidas alcohólicas y comportamientos irrespetuosos que generan escándalos y afectan el descanso de familias, niños y adultos mayores.
A pesar de las reiteradas denuncias a través de medios de comunicación y otros canales, la presencia policial ha sido prácticamente nula, lo que ha permitido que estas conductas continúen sin consecuencias.
“Nos vemos obligados a soportar estos escándalos, lo cual representa una clara violación a nuestro derecho fundamental a la paz, la tranquilidad y un ambiente sano”, expresaron los afectados.
Los residentes hacen un llamado urgente al Alcalde Farith Fraija y a las autoridades competentes para que se tomen medidas definitivas que garanticen el cumplimiento de las leyes y ordenanzas municipales sobre el ruido.
Exigen que se ejerza la autoridad necesaria para erradicar la contaminación sónica y devolver la tranquilidad a la comunidad.
Redacción El Tequeño