Los habitantes del edificio Topacio, parte de las Residencias Quenda en Los Teques, marcaron este sábado una fecha que, lejos de ser un motivo de celebración, evidencia el abandono que viven: quince años de inoperatividad de uno de los ascensores del edificio.
Como forma de protesta, los vecinos vistieron de «quinceañera» al ascensor abandonado, destacando la falta de respuestas ante una problemática que afecta profundamente su calidad de vida.
«La convivencia en estas residencias se ha vuelto un desafío, especialmente para las personas de la tercera edad, debido a la prolongada inoperatividad de dos ascensores», narró un vecino.
Uno de ellos ha estado fuera de servicio por 15 años, mientras que el otro presenta un funcionamiento intermitente. «El único ascensor que operaba ha sufrido múltiples fallas, generando constantes gastos en reparaciones qué han sido costosas y poco efectivas».
«La junta de condominio obliga a los propietarios a pagar en dólares, en efectivo y en cuotas extras, pero aún así no vemos soluciones reales,» comentó un vecino.
Esta situación ha creado un ciclo de desmantelamiento y frustración, afectando incluso la salud física y emocional de los residentes. «Hemos tenido que bajar personas en grave estado de salud por las escaleras, e incluso personas fallecidas,» lamentó uno de los habitantes.
Además de las dificultades para realizar actividades cotidianas, como subir compras o realizar mudanzas, los vecinos exigen una gestión más efectiva por parte de la junta de condominio y un compromiso real de las autoridades para inspeccionar y garantizar condiciones dignas en las residencias.
Redacción El Tequeño