El silencio impregna las investigaciones de las autoridades federales y estatales tras un atraco sin precedentes en Manzanillo
No hay detenidos, no se disparó una sola bala y los asaltantes tardaron al menos ocho horas en sacar la mercancía. El mayor atraco en la historia de Manzanillo, el principal puerto comercial de México, parece la trama de una novela de misterio. Las autoridades han confirmado que una veintena de contenedores de carga con oro, plata y aparatos electrónicos se han esfumado sin dejar rastro, tras la irrupción de un comando armado en una empresa de transportes. “Es inédito, no se había dado un robo de esta naturaleza”, ha reconocido este lunes Gustavo Adrián Joya, portavoz de Seguridad del Gobierno de Colima. El caso se destapó en la prensa mexicana este fin de semana, casi siete días después de que ocurrieran los hechos, antes de que la Fiscalía General de la República (FGR), el ministerio público estatal, la Secretaría de Marina o cualquier otra institución gubernamental emitiera un comunicado oficial sobre lo sucedido.
Un comando de más de una decena de hombres armados irrumpió durante la madrugada del pasado 5 de junio en la empresa Maniobras Alonso Mireles y amordazó a los guardias que vigilaban el patio de maniobras, un amplio predio donde se manejan los contenedores antes de entrar al puerto, de acuerdo con las reconstrucciones de la prensa y a datos confirmados por las autoridades en una rueda de prensa. Los asaltantes se lo tomaron con calma. De acuerdo con el funcionario, abrieron varios contenedores, seleccionaron solo aquellos que les interesaba llevarse y dejaron el resto intactos. “Fueron muy selectivos en el tipo de mercancías que se robaron, sobre todo metales preciosos”, ha dicho Joya. El robo requirió el uso de grúas, montacargas y camiones para sacar la mercancía. “Tenían la logística”, ha agregado el portavoz.
La prensa y el público no tardaron en calificar el atraco como el “robo del siglo” o hacer comparaciones con series de televisión como La casa de papel. Además de la espectacularidad del asalto, el robo desató críticas contra el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su decisión de militarizar la seguridad de los puertos bajo el argumento de combatir el crimen organizado. La decisión, tomada a mediados de 2020, no estuvo exenta de polémica y forzó la salida del Gabinete de Javier Jiménez Espriú, entonces secretario de Comunicaciones y Transportes. Manzanillo, en el Pacífico mexicano, es la principal puerta del país hacia el mercado asiático, con China como principal origen y destino de las operaciones portuarias. Los carteles del narcotráfico se han disputado el control del puerto, donde desembarcan precursores de drogas sintéticas que se elaboran en México y se venden principalmente en Estados Unidos. No se ha señalado, sin embargo, a ningún grupo por el robo.
Las autoridades no han desmentido las versiones periodísticas sobre el robo, pero sí han enfatizado que no se cometió dentro de las instalaciones del puerto, en respuesta a los cuestionamientos de cómo pudo haberse dado un saqueo de tales dimensiones sin que los cuerpos de seguridad se dieran cuenta. “Aparentemente hubo un robo en un patio de contenedores, pero tal cual estas instalaciones no forman parte del recinto portuario”, ha dicho a este diario un portavoz de la Secretaría de Marina. “Realmente lo que se dice, en caso de haber ocurrido, sucedió fuera, en un patio privado donde el particular almacena sus mercancías en tanto estas no ingresan al recinto portuario para su embarque en algún buque o viceversa”, ha agregado.
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