Los míseros sueldos que reciben los venezolanos y la crisis económica en el país impiden que los ciudadanos puedan ahorrar dinero para afrontar cualquier imprevisto. De acuerdo con los especialistas, menos del 10% de la población puede tener una planificación monetaria.
Prensa de Lara | Guiomar López
Según los expertos, sólo menos del 10% de la población puede ahorrar. Por la inflación los pocos ingresos no alcanzan para cubrir más allá de las necesidades básicas.
El economista, Naudy Pereira, expresa lo difícil que es para los venezolanos sobrevivir, cuando 96% de la gente es pobre y tal vez al 5% se le haría posible adquirir dólares para evitar que su dinero pierda valor, como pasa con la moneda nacional.
«Pero sabemos que en situación de pobreza sólo se puede cubrir las necesidades básicas», explica sin apreciar mejoría en la economía con sectores productivos, como agrícola e industrial que trabajan a menos del 30% de su capacidad. Esto deja al venezolano atrapado en medio de la escasez y el aumento de precios. La caída de las ventas en el comercio es de 40%.
Para el economista, Édgar Urbáez, se trata de una época de alta demanda y es difícil racionar los gastos, cuando ya se han sacrificado tantos aspectos de la vida. El dinero se consume en la cotidianidad. Conoce que algunos invierten en divisas, pero representa un sacrificio cuando el presupuesto se queda en lo básico. Además que el pago de aguinaldo en cuatro partes no garantiza bajar la inflación.
Lamenta que se acabó la capacidad de ahorro y continúa la incertidumbre de la economía, sin aumentar la producción de petróleo, teniendo ese encaje legal a 75% que desde lo bancario no permite los créditos y se siguen esperando por adecuadas políticas.
El tipo de cambio no se ha controlado, empieza la explicación del economista, Jhon Cisneros, reiterando que la población no tiene disponibilidad de contar con divisas de respaldo y les cuesta cubrir los gastos propios de cena navideña, remodelación de casa, estrenos y juguetes para niños.
Los testimonios de trabajadores lo confirman. Carlos Mendoza, transportista (flete), ni siquiera tiene una reserva para poder pintar su casa. «Uno quisiera ahorrar en dólares, pero se gana y se gasta en comida», confiesa que del promedio de $5 que pueda ganar en un día, complementa con algunos productos.
Milagros Castellanos tampoco tiene ahorro y estima que de las 200 hallacas que preparaba, apenas harán 15 para la cena navideña. Mientras Carlos Linares admite que la única manera para ahorrar es jugando bolsos a 25 dólares y quedando con muy poco dinero.