Advertir problemas ante un escenario de incertidumbre es prácticamente imposible. La incertidumbre es resultado de la ausencia de conocimiento o de información que se tiene respecto de lo que podría acontecer. Ser preso de la incertidumbre es estar incurso en la duda, en la indecisión sin posibilidad de adelantar cálculo alguno o tener exactitud de lo que surgirá.
De ahí que cualquier análisis prospectivo deberá desafiar la incertidumbre, dicho proceso deberá abordarse indagando ¿cómo podría desentrañar alguna información que conduzca a tener una idea aproximada del evento en consideración?
La incertidumbre en la política complejiza la situación venezolana, especialmente cuando estamos a vísperas de la elección primaria que definirá al candidato presidencial opositor.
Dicho evento, previsto para el próximo 22 de octubre, no es bien visto y mucho menos bien recibido por la cúpula que se aferra testarudamente al poder. Lo hace a costa de todo lo que podría revertir la situación traumática que ensombrece la realidad.
Luce difícil que un régimen político como el venezolano, acusado de “usurpador”, entienda la letra del artículo 6 constitucional cuando refiere que el gobierno nacional y las entidades políticas que lo componen “es y será siempre democrático, alternativo, pluralista y de mandatos revocables (…)”.
El Libertador Simón Bolívar, en su discurso ante el Congreso de Angostura en 1819, expresó una frase que denota la corrupción que deriva de un régimen autoritario como el actual: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerlo y él a mandarlo. De ahí se origina la usurpación y la tiranía”.
El gobierno que tiene Venezuela, muy orondo, hace alarde al llamarse “bolivariano”. Pero se resiste a actuar bajo el ideario de Bolívar. Mayúscula contradicción y suprema falsedad.
incertidumbre ante primarias
A todas estas, el régimen busca despejar la incógnita de la arriesgada ecuación política que, por efecto, ha proyectado. Lo hace al pretender poner en aprietos, como naturalmente acostumbra, a la oposición e impedir la consumación del evento organizado por la Comisión Nacional de Primaria (CNP).
Entre los obstáculos que aplica destacan las inhabilitaciones. Habla de presuntos delitos cometidos en el financiamiento de las campañas de algunos candidatos, del supuesto uso improcedente del Registro Electoral.
Asimismo, a lo interno de la Comisión Nacional de Primaria, han mostrado otros problemas vinculados con presuntas “irregularidades” en lo organizativo y logístico.
No sería extraño que la primaria deviniera en otra cosa dada las amenazas que se ciernen sobre este mecanismo. Sin embargo, ahí se tienen los inventarios de eventos pasados en la historia política contemporánea que pueden servir de referentes para torcerle las expectativas al régimen. De hecho, sus resultados sorprendieron la obstinación y estupidez de factores políticos aduladores del oficialismo.
Aunque no es sencillo adelantarse al tiempo, no es difícil hacer que la ciudadanía continúe enrolada al proyecto político que mejor enfoca la restitución de las libertades y los derechos propios de la Venezuela democrática. O sea, de la Venezuela que soñaron los precursores y libertadores que fueron quienes abrieron los caminos de los cambios que el tiempo reveló. Aunque toda realidad, innegablemente, se vea atrapada por la incertidumbre.
Antonio José Monagas***
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