Con la llegada de la revolución bolivariana, en cuyo período se disparó la inflación Venezuela se ubicó como el país con el salario más bajo de Latinoamérica, incluso por debajo de Colombia. Y es que con el último aumento decretado por el gobierno de Maduro, el salario quedó establecido en Bs. 7 millones, el equivalente a 2,10 dólares, mientras que en otras naciones el sueldo mínimo va desde 207 dólares.
Por María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA
Chile encabeza la lista con 441 dólares de sueldo al mes, comparado con Venezuela hay una diferencia del 99,5%. En el caso de Colombia, un trabajador gana un promedio de 261 dólares mensuales.
En una quincena, un trabajador de la administración pública venezolana devenga Bs. 3.500.000 o 0,94 centavos de dólar, lo que significa que no puede ni siquiera comprarse un kilo de arroz, porque su precio es de un dólar. Con una quincena el venezolano sólo podría comprarse medio kilo de queso o una harina PAN, que son algunos o de los productos más consumidos en el país.
Naudy Pereira, economista, explicó que en el país deben calcular el nivel de producción económica para poder estimar la cantidad de sueldo que debe ganar un trabajador, pero eso no sucede. Lo que hace que la inflación se trague lo poco que reciben cada mes. “El sueldo de Venezuela es el más bajo y eso es lo que hace que la calidad de vida sea menor”, dijo el economista.
De acuerdo a estimaciones del Banco Mundial, una persona que gane 1,90 dólares al día por su fuerza laboral, se considera en pobreza extrema. El panorama venezolano no es nada alentador, pues un trabajador devenga 0,07 centavos de dólar.
Esto lo que hace es que el trabajador público abandone sus puestos de trabajo “porque el Gobierno nacional no está cumpliendo ni siquiera con la Constitución de Venezuela”, dijo Orlando Chirinos, presidente del Sindicato de la Industria Venezolana del Cemento, quien detalló que desde el Gobierno tienen como una victoria que han realizado más de 20 aumentos salariales durante su gestión, pero ninguno genera crecimiento ni desarrollo.
Chirinos explicó que además esos aumentos de salario son discutidos a espalda de los trabajadores, porque ni siquiera son invitados para debatir las tablas salariales y escuchar sus opiniones “y todas las contrataciones colectivas también se perdieron luego de la lucha laboral y ya no existen escalas ni niveles, todas se perdieron”.
Alberto Perozo, miembro del sindicato de Corpoelec, explicó que ellos ven como en otros países un trabajador eléctrico puede llegar a ganar 40 dólares semanal, pero en Venezuela esta mano de obra calificada es subpagada, y sin beneficios ni equipos de bioseguridad para trabajar en pandemia.
Los sindicalistas y gremios denuncian que el Gobierno nacional viola la modalidad de pago, pues ahora lo están haciendo a través el sistema Patria y no debería ser. Julio Marín, presidente del Sindicato de Empleados Públicos de la Gobernación del estado Lara (Seepel), dijo que cancelan bonos por el mismo sistema que al final no tienen ninguna incidencia. “Un trabajador que tiene 20 o 30 años de servicio se va con una jubilación que no vale nada, porque los bonos no lo toman en cuenta para esos cálculos”.
Marín contó que los trabajadores cada día abandonan su puestos y los que quedan están siendo sometidos a esclavitud “porque tienen el doble del trabajo, que a la larga es un desgaste físico y emocional”, haciendo referencia al sector de enfermería, que es uno de los más golpeados en los últimos tiempos.