Venezuela, entre los países de América que ocultaron cifras de muertos por COVID-19

Redaccion El Tequeno

Los Gobiernos autoritarios de Nicaragua y Venezuela quisieron presentarse como especialmente eficaces frente a la pandemia de Covid-19, como si sus regímenes políticos ofrecieran una inmunidad directa a sus habitantes, pero ha quedado demostrado que fueron los que en proporción más muertes a causa de esa emergencia ocultaron. Fueron, además, los dos países que más confiaron en la vacuna rusa Sputnik V.

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En ocultación de muertes les siguieron Bolivia y El Salvador, con gobiernos igualmente deseosos de utilizar unas cifras bajas como propaganda. En cambio, quienes más se ajustaron a la realidad en sus reportes fueron Costa Rica y Chile.

Nicaragua reportó oficialmente 223 muertes por Covid a lo largo de 2020 y 2021, pero en esos dos años hubo en ese país centroamericano 33.400 muertos más de lo que habitualmente marcan las estadísticas; es decir, una cifra 150 veces mayor de la reconocida por el Gobierno de Daniel Ortega y su esposa. El régimen de Nicolás Maduro admitió en ese mismo periodo en Venezuela 5.430 muertes por Covid, pero el exceso de muertes fue de 164.000: 30 veces más.

Así lo computa un estudio sobre exceso de muertes durante la pandemia a nivel mundial publicado en la revista científica ‘The Lancet’. Aparecido en marzo, el estudio acaba de ser recogido por el Banco Mundial en un informe sobre la situación socioeconómica en la que se encuentra Latinoamérica tras una incidencia de la pandemia mayor de lo que habían admitido muchos países.

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Aunque parte de la diferencia entre ambos cómputos que se ha dado en muchos lugares puede atribuirse a imprecisiones propias de las características de la enfermedad, la improvisación o la ineficiencia de los sistemas sanitarios (y es verdad que los países con cifras más coincidentes –Costa Rica y Chile– tienen un mejor desempeño de sus instituciones y sus sistemas de salud), la gran divergencia de cifras en Nicaragua y Venezuela, como también en Bolivia y El Salvador, cabe atribuirla a un propósito de ocultación de la gravedad de la crisis que sufrían esos países.

El Salvador frente a Costa Rica

Costa Rica emergió muy pronto como un ejemplo de que las democracias combatían mejor la pandemia, y su actuación ponía inicialmente en evidencia los métodos autoritarios aplicados en El Salvador, donde Nayib Bukele aprovechó la situación de emergencia para aplicar un mayor control social y político. Tuvo que legitimar esas prácticas más coercitivas asegurando que estaban siendo eficaces; así el Gobierno salvadoreño ofreció la cifra de 3.820 muertos por Covid en 2020 y 2021, la mitad de las que reportadas por Costa Rica (7.350).

Cuando se examina el exceso de muertes, sin embargo, encontramos que en El Salvador fallecieron 26.900 personas más de lo habitual (7 veces más de las atribuidas por el Gobierno a la pandemia), mientras que en Costa Rica el exceso de muertes fue de 6.220, cifra incluso inferior a la reportada.

Más muertos en México que en Brasil

El estudio de ‘The Lancet’ determina que, si bien los países de la región registraron oficialmente 1,5 millones de muertos por Covid, el exceso de muertos fue casi el doble: 2,8 millones, la mayoría de los cuales habría que atribuirlos a la pandemia. Eso lleva a hablar de una mortalidad real dos veces mayor que la media mundial. Según la estimación, los países de la región con mayor mortalidad fueron Bolivia (734 muertes por 100.000 habitantes) y Perú (528), seguidos de Ecuador (333).

Después de India, Estados Unidos y Rusia (país que el exceso de muertes castiga especialmente, frente a las bajas cifras oficiales reconocidas por el Kremlin), donde hubo más fallecidos a nivel mundial fue en México (798.000 personas) y en Brasil (792.000). Las cifras ofrecidas por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador situaban a México claramente por debajo de Brasil, cuando la mortalidad mexicana en realidad fue casi el doble (325 por 100.000 habitantes) que la brasileña (172).

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